Los quemadores de grasa y ejercicios intensos son algunas de las medidas más utilizadas para bajar de peso. Medidas a las que ahora se les suma el potencial de los superalimentos. En los últimos años, estos productos han ganado una gran notoriedad. Pese a que existen alimentos más beneficiosos que otros en las estanterías de los supermercados, la base de una dieta saludable, según registra el portal MuySalud, es la variedad. Sin embargo, “es cierto que se debe enfatizar la ingesta de aquellos productos con una mayor densidad nutricional”.
¿Qué tienen de especial los superalimentos?
Tras comunicarse lo que hace del açaí un superalimento, el foco de los consumidores ha pasado a ser el potencial de los superalimentos para adelgazar. El término “superalimentos” se aplica a todos los productos vegetales destacados por su conteniendo en nutrientes o antioxidantes. Su consumo suele vincularse a un riesgo menor de padecer patologías complejas, crónicas o degenerativas.
Los superalimentos se hacen notar la presencia en su interior de fitonutrientes, sustancias a las que se les ha comprobado su eficacia para disminuir el riesgo a sufrir ciertas enfermedades. Este tipo de alimentos también resaltan por su alto número de aminoácidos o lípidos insaturados de carácter saludable. Hasta la fibra puede ser parte de ellos, alzándose como un nutriente capaz de mejorar el óptimo funcionamiento intestinal. Así lo deja constatado un estudio publicado en Central European Journal of Public Health.
Lugar que ocupan los superalimentos en los procesos de pérdida de peso
Miguel López, investigador y dietista-nutricionista, trató el tema en el podcast Tengo un Plan. El profesional ha detectado a lo largo de su experiencia clínica un patrón recurrente entre las personas que deseaban perder peso. “La gente tiende a pensar que come mucho mejor de lo que come realmente”, matizó. Un gran número de personas no repara en hábitos cotidianos que pueden marcar su salud.
Por ejemplo, el consumo de cerveza, carne o huevos. Creen que su dieta es adecuada para su estado de salud. No obstante, al analizar detalladamente su alimentación diaria, descubren que pueden mejorar mucho. “Incluso quitando pequeños grupos de alimentos o haciendo pequeñas modificaciones, se pueden lograr cambios sustanciales y el impacto puede ser bastante positivo”, apreció.
Al estudiar los motivos del sobrepeso, López subrayó que el fenómeno resulta mucho más complejo de lo que parece a simple vista. “Siempre hemos escuchado que es muy fácil: moverte un poco más y comer menos y ya está solucionado”, dijo. En este punto, se detuvo en la exposición que tienen los usuarios a constantes anuncios de comida rápida y estímulos que generan el deseo de ingerir alimentos al vislumbrar imágenes llamativas.
Otros puntos significativos son el estrés laboral, personal y familiar. El investigador es contundente al hablar de la alimentación. Acuña que se ven grandes resultados en la salud al ingerir más proteína vegetal y menos carne. Declaración en la que podríamos incluir la ingesta de superalimentos, aunque el profesional no los mencionó directamente.
Forma correcta de perder peso, según un profesional
Después de años estudiando dietas basadas en plantas, concluye que reemplazar carnes rojas y blancas, huevos y lácteos por legumbres, frutos secos y vegetales integrales acota el riesgo de los pacientes a padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer. Además, facilita la pérdida de peso sin efecto rebote. Efecto que suele estar presente en los tratamientos farmacológicos.
Miguel López también mencionó la importancia del acompañamiento profesional a nivel nutricional y psicológico. La transformación duradera, según su punto de vista, consiste en modificar parámetros que permanecían estáticos, como el inicio de actividades físicas atractivas. “Cualquier cosa diferente a la que venías haciendo, si antes no hacías nada, va a ser maravilloso”, precisó.
Actualmente, el grupo de investigación de López evalúa cómo incrementar el volumen de vegetales integrales en la dieta mediterránea. “Cuando comparamos grupos que consumen carne con quienes no lo hacen, los resultados son claros: al sustituir proteínas animales (carne roja, blanca, huevos, lácteos) por fuentes vegetales integrales como legumbres o frutos secos, se reduce el riesgo tanto de enfermedades crónicas como la cardiovascular, la diabetes o el cáncer, así como de factores de riesgo asociados”, declaró.
Ni quemadores de grasa ni ejercicios intensos. El “secreto” para perder peso radica en cambios en el estilo de vida, como la introducción de actividad física y un mayor aporte de alimentos vegetales. Grupo en el que podríamos incluir superalimentos como quinoa, semillas de chía, arándanos o este superalimento que protege el corazón y mejora la memoria.
