Observatorios espaciales de todo el mundo registraron este 1 de julio un evento astronómico significativo: la detección de un objeto de entre 20 y 34 kilómetros de diámetro cerca del sistema solar. Este cuerpo celeste fue designado provisionalmente como A11pl3Z y los primeros datos señalaban un origen posiblemente extra solar. Posteriormente, se confirmó que se trataba del tercer objeto interestelar en ingresar a nuestro sistema solar, y aquí te contaremos todos los detalles.
El avance en los telescopios abre las puertas de una mayor exploración astronómica
El sistema de telescopios y observatorios ATLAS, es reconocido por sus telescopios con capacidad para operar como red de alerta temprana para asteroides y por su habilidad para detectar objetos interestelares, que son inherentemente raros. Este sistema ATLAS cuenta con la cámara digital más grande del mundo en un observatorio chileno, que podría detectar visitantes interestelares con una frecuencia mensual.
El pasado martes, la comunidad astronómica de todo el mundo, hizo el descubrimiento de A11pl3Z. Siguiendo el protocolo establecido, este objeto fue catalogado inicialmente como un asteroide. Pero tras recopilar más datos, se confirmó que es uno de los tres objetos interestelares detectados hasta la fecha en ingresar a nuestro sistema solar.
Protocolos para el nombramiento y determinación del nivel de amenaza para el mundo
Esta red de telescopios ha observado distintos objetos y determinó que este nuevo fenómenos se denominaría 3I/ATLAS. Y no fue el primer descubrimiento, dado que anteriormente se detectó a Oumuamua, que fue el primer objeto interestelar descubierto en 2017, el segundo fue el 2I/Borisov en 2019 el cual fue identificado como un cometa interestelar. Estas detecciones establecieron los protocolos de observación, técnicas de análisis de datos y demostró el avance tecnológico que han experimentado los telescopios en el mundo.
Así, se inició un análisis profundo de los cálculos orbitales para determinar si 3I/ATLAS representa una amenaza significativa para el planeta tierra. Sin embargo, la aproximación mostrada en los cálculos de la NASA y la ESA, es mínima, lo que indica un paso seguro del cuerpo interestelar por el sistema solar, con lo cual no representa ningún riesgo para el mundo.
¿Cómo fue captado 3I/ATLAS por los telescopios del mundo?
El cuerpo 3I/ATLAS fue inicialmente detectado desde la estación ATLAS ubicada en Río Hurtado, Chile la cual está diseñada específicamente para la alerta temprana de objetos cercanos a la Tierra. Los investigadores lograron identificar imágenes previas de este objeto dentro de los propios archivos de ATLAS, e incluso, en mayo por el Zwicky Transient Facility.
Las estimaciones iniciales indicaron un diámetro de aproximadamente 20 kilómetros, con base al brillo observado por los telescopios. Esta estimación coincide con la realizada por la NASA/JPL. Esto convierte a 3I/ATLAS en el objeto interestelar más grande descubierto hasta la fecha. Además con una serie de características que tienden a confirmar un origen extra solar.
Una de esas características es la excentricidad orbital de 3I/ATLAS, cuyo valor es de 6.14, una medida que es mucho mayor a 1.0 el cual representa el límite para objetos ligados gravitacionalmente al sol. Este valor confirma su trayectoria no elíptica, lo que indica que no está ligado gravitacionalmente al Sol y solo atraviesa nuestro sistema solar antes de proseguir su viaje por el espacio interestelar.
Trayectoria a través del sistema solar
El objeto 3I/ATLAS se aproxima actualmente al sistema solar interior, originándose desde la dirección de la constelación de Sagitario. Su trayectoria es hiperbólica, lo que significa que posee suficiente velocidad para escapar de la atracción gravitacional del Sol después de su paso. De esta forma, realizará sus aproximaciones más cercanas y luego continuará al espacio interestelar.
El momento donde pasará más cerca de nuestro planeta ocurrirá el 19 de diciembre de 2025, a una distancia significativa de más de 200 millones de kilómetros. Con lo que, los centros astronómicos mantendrán su fascinante observación. Pues, a pesar de su alta velocidad y trayectoria a través del sistema solar interior, 3I/ATLAS no representa ninguna amenaza para el mundo.