La temporada de huracanes es un proceso natural normal, cada año, debido al incremento de las temperaturas en los océanos se forman corrientes que se transforman en tormentas, ciclones y otros fenómenos climatológicos. Por lo tanto, los servicios de atención a eventos climáticos, tales como protección civil, Conagua o SMN, emiten los informes relacionados con la intensidad y frecuencia con las que ocurrirán estos eventos durante la temporada que corresponde.
En este caso, durante el año 2025 se esperan que al menos 17 fenómenos entre ciclones, tormentas y huracanes afecten el territorio mexicano, todos con intensidad 3, 4 y 5. Lo que quiere decir que pueden presentar riesgos medios a elevados para la población en general, los cuales van en aumento con relación al año anterior. Siendo lo más frecuente, inundaciones, deslaves de lodo, entre otros.
Conagua, Protección Civil y Servicio Meteorológico Nacional alertan a la ciudadanía
La Comisión Nacional de Agua (Conagua) en conjunto con el Servicio Meteorológico Nacional realizan el monitoreo de las temperaturas oceánicas durante todo el año, con el objetivo de realizar las predicciones relacionadas con la cantidad de huracanes, ciclones, tormentas y otros eventos, así como su intensidad y potencial de riesgo sobre las zonas donde tocarán tierra, de forma que se puedan realizar los debidos planes de prevención y contingencia.
De esta manera, debido a la elevación constante de las temperaturas oceánicas para este 2025, las autoridades estiman que ocurran más eventos climáticos y que estos a su vez tengan una mayor intensidad, pues diversos estudios señalan que la elevación de la temperatura se encuentra cercana al umbral de loa 31º por el lado del océano pacífico, haciendo que las costas de Acapulco y Guerrero sean aún más calientes que los años anteriores.
Por lo tanto, estas instituciones trabajan de manera conjunta con Protección Civil y algunas organizaciones no gubernamentales con el objetivo de llamar a la población a mantener los protocolos de prevención y de actuación necesarios ante este tipo de ocurrencias. No solamente indicando predicción de huracanes, sino que mantienen también informada sobre los protocolos que deben seguirse en caso de verse afectado por estos eventos, según la categoría de los mismos.
Formación climática similar a la que dio origen a huracanes como Otis en 2023
Las condiciones climáticas que originaron la formación Otis y otros huracanes de fuerte intensidad en el año 2023 son similares durante esta temporada, en virtud de que la temperatura global se ha elevado cercana a umbrales que hasta el momento no se habían alcanzado. Esto supone que la intensidad de los huracanes puede incrementarse igualmente, aún cuando al igual que Otis no tengan una duración extensa.
En el 2023 la capacidad destructiva de Otis, se intensificó en el estado de Guerrero, donde las inundaciones, las marejadas, oleajes y deslizamientos de tierra ocasionaron de forma rápida, daños a infraestructuras importantes, entre las que se encuentra un aeropuerto. Este huracán que tocó las costas en octubre de ese año, siendo el decimoquinto de los huracanes que afectó al territorio mexicano durante esa temporada.
Temperaturas alcanzan niveles máximos y se prevé que continúen en ascenso
Las diferentes instituciones se mantienen en permanente monitoreo de las temperaturas y la profundidad que estas adquieren los mares y océanos que rodean México, obteniendo datos esta temporada de huracanes, que causan la preocupación entre la comunidad científica y las autoridades competentes en la previsión y atención de desastres, por el potencial de destrucción que pueden alcanzar estos eventos y porque esta elevación del calor es progresiva y permanente, lo que alerta para los años subsiguientes.
Conforme a los datos, el cambio climático es una realidad que afecta efectivamente al planeta y que debido a la acción humana permanecerá en el tiempo. Ejemplo de esto es el registro de altas temperaturas hasta los 27 metros de profundidad en el océano pacífico, alcanzando desde 29 hasta 31 grados, lo cual es especialmente peligroso para potenciar las tormentas tropicales así como la fuerza e intensidad de los huracanes.