Tan sólo 1litro de aceite vegetal usado puede contaminar hasta mil litros de agua. Se utiliza en cocinas domésticas, grandes fábricas de alimentos, restoranes y hoteles para freír patatas fritas, rosquillas, milanesas, donuts y otros platos, y cada día se convierte en un residuo que si no se trata adecuadamente puede contaminar nuestra agua y nuestra tierra.
El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua para concientizar sobre éstas y otras cuestiones que amenazan los recursos vitales del planeta. Estos residuos en los hogares muchas veces son arrojados a las tuberías, al suelo o a la basura general, y eventualmente terminan en los vertederos.
Un reciente estudio de la FAUBA y DH-SH, con sede en Santa Fe, Argentina, advierte que entre las cocinas hogareñas a nivel nacional, sólo el 22% descarta estos residuos adecuadamente, el 25% lo hace ocasionalmente y el 53% nunca lo hace luego de usarlo para freír.
Los números sobre el aceite vegetal usado son preocupantes
Aunque nuestro planeta está compuesto principalmente de agua, sólo el 2,5% es agua dulce y sólo el 0,007% del agua de la Tierra es apta para beber, y esta cantidad va disminuyendo cada año debido a la contaminación.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022, 6 mil millones de personas (73% de la población mundial) tendrán fuentes de agua gestionadas de forma segura para el consumo humano, es decir, ubicadas en puntos de recogida disponibles cuando sea necesario y libres de contaminación. El 27% restante proviene de otras fuentes no seguras, como agua de pozo o agua superficial no tratada de lagos, estanques, ríos y arroyos.
Según la OMS, el agua contaminada provoca un gran número de enfermedades como el cólera, otras enfermedades diarreicas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la polio. Aunque existen muchas causas de esta contaminación, el enemigo del agua que rara vez se menciona pero que afecta a la mayoría de la población es el aceite de cocina usado.
La empresa DH-SH, que realiza servicios de logística y limpieza en la industria petrolera desde hace 20 años, en conjunto con FAUBA (Facultad de Agronomía de la UBA) realizaron en 2022 un estudio sobre el manejo de aceites usados en cocina y concluyeron que una de las principales fuentes de estos residuos son edificios y zonas residenciales.
El informe destaca que Argentina desecha cada año 95 millones de litros de aceite de cocina usado, sólo de pequeños generadores y de quienes cocinamos en casa. Como resultado, el 56% de los argentinos nunca clasifica estos residuos, el 25% lo hace ocasionalmente y el 22% lo hace regularmente. Lo que sucede con el aceite de cocina usado después de ser desechado es que muchas personas no saben cómo deshacerse de él y lo tiran por el desagüe.
“Estos residuos a menudo se mezclan con los alimentos, atraen ratas e insectos y obstruyen las tuberías. Si el aceite no se endurece, seguirá fluyendo por el desagüe hasta la planta de tratamiento. Las fábricas que reciben sustancias que contienen aceites enfrentan inconvenientes a la hora de eliminar estos desechos. El tratamiento es costoso y prolonga el tiempo de procesamiento«, afirmó Ziomara Maty Doret, ingeniera ambiental y analista ambiental de DH-SH.
Si no se trata y se vierte directamente en fuentes de agua naturales, formará una película en la superficie; esta capa de aceite dificulta el intercambio de oxígeno entre el agua y el aire, afectando la vida acuática, incluidas las plantas y los peces.
Además, la analista medioambiental de DH-SH advierte que la cantidad de aceite necesaria para crear esta capa invisible en el agua es muy pequeña, por lo que es necesaria una buena gestión para evitar efectos negativos. De ahí la importancia de contar con plantas de reciclaje en las ciudades para gestionar adecuadamente estos residuos y evitar la contaminación del agua.
Campaña: Recicla tu aceite vegetal usado
Con el objetivo de darle nueva vida a este tipo de residuo del que poco se habla, DH-SH, con sede en Santa Fe, creó la campaña Recicla Tu Aceite en 2017. La iniciativa incluyó la instalación de puntos verdes para las comunidades locales, la gestión del aceite de cocina usado para grandes generadores e implementación de un programa de educación ambiental para escuelas, a través del cual la campaña ha llegado a más de 2.000 estudiantes.

Desde el lanzamiento de la campaña hace siete años, la empresa ha logrado instalar más de 300 sitios verdes en todo el país en el marco de más de 100 contratos firmados con gobiernos locales en 15 provincias. Los pequeños usuarios pueden acudir al lugar más cercano para depositar el aceite de cocina usado en botellas de plástico y garantizar el reciclaje de las materias primas. DH-SH se encarga de recolectarlo y transportarlo a la planta, donde se acondiciona y procesa como materia prima para producir biocombustibles de segunda generación.
“Hay gente que hace jabón y velas con aceite usado. En nuestro caso, la idea es reciclar en lugar de reutilizar porque en algún momento el aceite ya no es apto para su reutilización y pierde sus propiedades. Lo filtramos eliminando todo rastro de comida y suciedad, para que se convierta en materia prima de otro proceso y se convierta en biodiesel. Formamos parte de una cadena de transformación distinta de la reutilización”, afirma Ziomara Mathie Doret, añadiendo que los aceites vegetales siempre se pueden reciclar, independientemente del color con el que lleguen a la fábrica.
Para evaluar cómo el reciclaje puede ser parte de una solución más amplia a los problemas ambientales, DH-SH ha publicado su primer informe de sostenibilidad basado en los estándares GRI, que también es el primer informe en su campo en América Latina.
Una de las cifras destacables es que desde el inicio de la campaña se ha evitado que 12.517.391,3 metros cúbicos de nuestros recursos hídricos sean contaminados por estos residuos, lo que corresponde a un volumen de 5.000 piscinas olímpicas.
¿Cómo deshacerse del aceite vegetal usado en casa?
- Después de su uso, espere a que el aceite se enfríe y luego colócalo en una botella de plástico limpia y seca con tapa.
- Guarda el recipiente de plástico con tapa para poder seguir añadiendo aceite vegetal usado.
Una vez que el recipiente esté completo, acércalo al punto verde para completar el proceso.
Este aceite vegetal usado, que de otro modo se desperdiciaría, se convierte en materia prima para la producción de biocombustibles de segunda generación.
Ecoportal.net
Con información de: https://economiasustentable.com/