Por medio de la portavoz del gobierno de Alexander Lukashenko, Natalya Eismont, el gobierno de Bielorrusia adelantó que mantendrá un diálogo constante con las potencias occidentales para aportar a la pacificación de la región este de Europa. Al mismo tiempo, en lo que llamaron un gesto de buena voluntad por parte de Lukashenko, las autoridades del gobierno bielorruso ordenaron la liberación de 31 ciudadanos ucranianos.
Una muestra de buena fe
El nuevo acuerdo presentado por los Estados Unidos para consolidar la paz entre Ucrania y Rusia sigue generando revuelo y diversas respuestas por parte de la comunidad internacional y sus dirigentes.
En este sentido, y como parte de un acuerdo más profundo que busca mejorar la relación entre Washington y Minsk, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, firmó el indulto a 31 ciudadanos ucranianos que se encontraban bajo arresto por diversos delitos que no fueron especificados.
La medida adoptada por Lukashenko fue confirmada por su jefa de Prensa, Natalya Eismont, en una conferencia a la que convocaron a diferentes periodistas y medios de comunicación. Eismont explicó que los indultos forman parte de un acercamiento mayor con las potencias de Occidente, que podría significar la normalización de las relaciones diplomáticas con Europa y los Estados Unidos.
«En cumplimiento de los acuerdos alcanzados entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, y a petición de la parte ucraniana, el presidente ha indultado a 31 ciudadanos ucranianos que cometieron delitos en el territorio de nuestro país«, informó la jefa de prensa bielorrusa, divulgada por la agencia oficial de noticias de Minsk, Belta.
A modo de cierre, la funcionaria bielorrusa señaló que «esta decisión, un gesto de buena voluntad guiado por principios humanitarios, busca crear las condiciones para la resolución del conflicto armado en el país vecino», al tiempo que garantizó que los 31 ucranianos indultados ya están en camino de regreso a su país de origen.
Acercamiento entre Minsk y Washington
Por su parte, el enviado especial para Bielorrusia estadounidense, John Coale, reconoció el creciente interés por parte de la administración de Donald Trump por recuperar y «normalizar» las relaciones bilaterales entre la Casa Blanca y la Dom Urada (nombre en bielorruso de la Casa de Gobierno).
Es con este objetivo en mente que Washington se ofreció a poner fin a las sanciones activas sobre la aerolínea estatal bielorrusa, Belavia, y anunció la posible reapertura de su Embajada en Minsk.
Buscando sumar para alcanzar la estabilidad regional
Como parte de la conferencia de prensa, Natalya Eismont aseguró que desde la administración del presidente Lukashenko aportarán su grano de arena para alcanzar un acuerdo de paz sostenible entre Rusia y Ucrania que permita poner fin al conflicto bélico.
«Quiero subrayar: nuestro Presidente aboga progresivamente por la estabilización de la situación en la región, el establecimiento de diálogo entre todos los Estados y la solución de todas las cuestiones disputadas de manera puramente pacífica», aseguró la apoderada del área de prensa del gobierno bielorruso.
Finalmente, Eismont confirmó que «las negociaciones con varios países, y ante todo con Estados Unidos, ahora están en fase activa. Nosotros siempre hemos dicho y decimos: la República de Bielorrusia está abierta al diálogo y dispuesta a considerar las propuestas de todas las partes interesadas».
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, confirmó que tuvo contacto telefónico con varios de sus homólogos europeos, con el fin de abordar el nuevo plan presentado por los Estados Unidos para terminar con la guerra en el este de Europa.
«Discutimos en detalle los elementos de las propuestas de paz presentadas por Estados Unidos y nuestro trabajo conjunto para allanar un camino viable hacia una paz justa», explicó el funcionario ucraniano.
