Investigadores de la Universidad Iberoamericana en Puebla han llegado a la conclusión de que sería necesario contar con otros planetas del tamaño y recursos naturales similares a los de la Tierra para poder satisfacer nuestras necesidades actuales.
La generación actual enfrenta el desafío de una deuda ambiental considerable, que difícilmente podría ser cubierta incluso con recursos planetarios equivalentes a los de la Tierra. Las crecientes emisiones contaminantes y los daños al medio ambiente plantean un problema a gran escala que requiere soluciones urgentes y sostenibles.
Los investigadores Valentina Campos Cabral, directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambientales Xabier Gorostiaga, SJ (IIMA) de la Universidad Iberoamericana Puebla y Jorge Luis Zenil Alba, director de Gestión de Cambio Climático, Ciudades Inteligentes y Transición Energética, están de acuerdo en un punto anterior: la implementación de proyectos que promuevan una gestión sustentable de los recursos naturales, la reducción de la huella de carbono y la valorización de residuos es algo que no puede esperar.
Economía circular para frenar la deuda ambiental
Durante la presentación del “Manual de Modelos de Negocios en Economía Circular para el estado”, en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana Puebla, Según Campos Cabral, la economía circular tiene como objetivo primordial reducir al mínimo tanto los productos como los servicios utilizados por las personas en la región.
“Es necesario prestar atención a los procesos de producción, distribución y consumo de bienes y servicios desde el diseño, así como a su reincorporación para mantener por más tiempo el valor y vida útil, acciones que permitirán minimizar la generación de residuos”, apuntó.
La experta en temas ambientales propuso que se consideren los conocimientos y experiencias de las comunidades que tienen una relación directa con los territorios como parte integral de las leyes. Estos saberes son fundamentales para comprender y preservar la identidad y forma de vida de dichas comunidades en el mundo.
“La naturaleza es un ser vivo con el que nos tenemos que hermanar. La sociedad civil ha jugado un papel relevante. Se requiere pasar a la acción, particularmente en cuanto a tres aspectos: el abandono de energías contaminantes; un reajuste en el ordenamiento urbano; y el uso responsable de suelo y agua”, explicó.
Explotación excesiva de recursos
Jorge Luis Zenil Alba, director de Gestión de Cambio Climático, Ciudades Inteligentes y Transición Energética, explica que, en el modelo económico lineal actual, se caracteriza por la explotación excesiva de recursos naturales, un consumo desmedido y la creación de productos diseñados para ser desechados rápidamente.
El modelo tradicional causa un grave daño al medio ambiente, ya que consume recursos naturales a un ritmo insostenible. Se estima que su impacto equivale a utilizar aproximadamente 1.6 planetas Tierra cada año. Ante esta situación alarmante, es urgente llevar a cabo acciones para minimizar este daño, como reducir el consumo, reutilizar productos, reparar en lugar de desechar, renovar tecnologías obsoletas, recuperar materiales y reciclar de forma responsable.
“Estamos obteniendo una deuda que no vamos a poder pagar. Por eso es importante que nosotros tengamos una visión sistémica y busquemos hacer cambios profundos en cómo se desarrollan estos modelos de producción y consumo”, apuntó.
Implementación de programas conjuntos para detener la deuda ambiental
Por su parte, Fernando Silva Triste, representante de la Semarnat en Puebla, detalló que la implementación de programas conjuntos tiene un impacto significativo en la calidad de vida, y son necesarias para reforzar la coordinación entre niveles de gobierno e industria.
“Consideramos que este es uno de los elementos que se inscriben en la lógica de colaboración interinstitucional, pero también de educación ambiental”, apuntó.
El Manual de Modelos de Negocios en Economía Circular para el estado tiene un impacto positivo en la educación ambiental. No solo se enfoca en las aulas universitarias, sino que también se puede difundir entre otros sectores de la sociedad. De esta manera, se promueve una conciencia ambiental más amplia y se fomenta la adopción de prácticas sostenibles en diferentes ámbitos.
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Con información de: https://www.milenio.com/