Falta financiación para que crezca la energía eólica.

Entrevista con Erico Spinadel, presidente de la AAEE

Con un potencial aerogenerador superior la industria eólica local no experimenta la expansión que registra en naciones vecinas. El principal motivo, según el titular de la Asociación Argentina de Energía Eólica, Erico Spinadel, es la inestabilidad normativa y su impacto en el acceso al financiamiento.



El lanzamiento del plan GENREN, en pleno 2009, parecía constituir la plataforma de despegue del mercado eólico en el país. Sin embargo, tres años más tarde el crecimiento previsto sigue haciéndose esperar.
A decir de Erico Spinadel, presidente de la Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEE) y vicepresidente de la World Wind Energy Association (WWEA), aunque la idea original del programa era excelente su realización se está topando con varias dificultades. “Y la peor de todas radica en la falta de financiación”, asegura el especialista en diálogo con este medio.
A su entender, en países como Brasil y Uruguay hay, por estos días, una mayor previsibilidad a largo plazo y más facilidades de acceso al crédito para las empresas que quieren apostar por el sector. “A nivel local los únicos proyectos enmarcados en el GENREN que hoy están en funcionamiento son los complejos Rawson I y II, a cargo de Emgasud, que a través de un fideicomiso consiguió los fondos necesarios para su materialización”, destaca.
Según sus palabras, los demás emprendimientos (incluyendo ni más ni menos que los manejados por Pescarmona) por ahora no están consiguiendo créditos. “Hay que tener en cuenta que cada kilowatt (KW) eólico instalado cuesta más de 2.000 dólares, por lo que los financistas del exterior necesitan ciertas garantías a la hora de efectuar una inversión semejante”, explica.
En ese sentido, advierte que la Argentina todavía carece de una ley específica para el segmento. “Sólo tenemos el reglamento de una ley, surgido de un decreto presidencial, por lo que el marco normativo genera algunas dudas entre los inversores”, admite.
¿Cuáles son los números del GENREN hasta el momento?, preguntamos a Spinadel.
Ya hay proyectos eólicos acordados por 754 megawatts (MW). En un principio se preveía que esa cifra no sobrepasaría los 500 MW, pero el número se elevó ante la recepción de ofertas por más de 1.200 MW. De todas maneras, de esos 754 MW adjudicados hasta ahora están funcionando 77 MW; es decir, poco más de un 10% del total.
Vale resaltar que las iniciativas Rawson I y II, que entraron en marcha en enero de este año, operaron durante su primer mes por encima del 40% de su capacidad, un nivel operativo exquisito que evidencia la calidad de los vientos chubutenses. De hecho, en Alemania -uno de los países líderes en materia de aerogeneración a escala global- se considera que un funcionamiento al 30% es óptimo.
En el GENREN 2, en tanto, Enarsa recibió ofertas por más de 1.200 MW, pero aún no se adjudicó nada puesto que no se completó el GENREN 1.
¿Qué avances se están registrando por fuera del GENREN?
Con la sanción de la resolución 108/11 el Estado nacional dispuso que cualquier actor privado pueda emprender un proyecto eólico sin mediar licitación alguna a través de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA). Pero la intervención de esa entidad despierta algunos miedos entre los inversores internacionales, sobre todo después de lo sucedido con YPF.
Por fuera del GENREN también debe destacarse el proyecto Arauco en La Rioja, aunque tiene un problema relacionado con su medición inicial, ya que los vientos no son como se los estimaba originalmente.
Por otro lado, hay algunas propuestas interesantes en Mar del Plata, General Hacha, Cutral-Có, Santiago del Estero y Córdoba, entre otros puntos del país, además de varias iniciativas en etapa de medición dentro de la Patagonia.



¿Cuál sería su balance general de la evolución de la industria eólica local?
Se observa una expansión lenta, pero no por limitaciones técnicas ni por falta de potencial sino más bien por deficiencias en el marco jurídico que derivan en complicaciones de financiación e impuestos elevados. Nos estamos quedando atrás en comparación con Brasil, Chile y Uruguay. A diferencia de lo que ocurre aquí, con el plan PROINFA los brasileños -por caso- están otorgando créditos automáticos dentro del sector, con muchas facilidades y garantías, además de menores costos para los inversores. Nos hace falta un plan energético y una mayor previsibilidad. Tapamos los agujeros que se presentan sobre la marcha, pero no avanzamos integralmente. Cuando hay muchos focos de incendios no sólo se necesitan bomberos sino también un programa de prevención. No se puede estar improvisando todo el tiempo.
¿En qué puntos del país se percibe más claramente esta lentitud en la expansión?
Principalmente en la provincia de Buenos Aires, cuyo potencial eólico -que es muy grande- se está aprovechando poco y nada.
Dentro del GENREN, por ejemplo, sólo hay un proyecto en suelo bonaerense: el parque eólico de Tres Picos, a cargo de la empresa Sogesic, que apenas suma 100 MW. En cuanto a la Patagonia, que tiene uno de los mejores vientos del mundo (con condiciones superiores a las que se registran, por ejemplo, en Escocia), pienso que el aprovechamiento eólico debería apuntar, más que nada y por una cuestión de distancias, a su abastecimiento interno como región.
¿Cuáles son sus perspectivas de cara al futuro?
Tengo expectativas de que el escenario mejore en el corto y mediano plazo. Existe el compromiso nacional, para el año 2016, de que al menos un 8% de la generación eléctrica provenga de fuentes renovables, lo que debería asegurar un alto protagonismo de la producción eólica. En suma, forzosamente el sector debería evolucionar. El potencial está y la obligación legal también. Pero habrá que superar los ‘tira y aflojes’ políticos que muchas veces complican el panorama. Ecoportal.net

http://www.argentinaeolica.org.arArgentina Eólica
Fuente: http://revistapetroquimica.com/