Los jardines urbanos pueden hacer mucho bien al salvar plantas en peligro de extinción y proporcionar refugios para insectos como las abejas. Este es el caso también en las metrópolis tropicales, dicen los científicos.
Un equipo internacional de investigadores llegó a esta conclusión al estudiar los efectos de la urbanización en las comunidades de abejas en pequeñas granjas en Bangalore y sus alrededores, una metrópolis en el sur de la India con una población de 13 millones. Los científicos descubrieron que las plantas con flores nativas junto a las tierras de cultivo, junto con una diversificación de los cultivos, pueden ayudar a mantener las comunidades de abejas.
“Nuestros resultados sugieren que la agricultura urbana puede promover las comunidades de abejas si se gestiona de manera sostenible y podría combinarse para apoyar la conservación de las abejas silvestres y la producción de alimentos en las ciudades y sus alrededores”, dice Catrin Westphal, profesora de la Universidad de Göttingen en Alemania.
Para su estudio , los investigadores registraron más de 26.000 abejas individuales pertenecientes a 40 especies durante estudios de campo en granjas de hortalizas repartidas desde entornos rurales a urbanos. También analizaron cómo varias especies de abejas con diferentes hábitos se enfrentaron a los desafíos ambientales.
Jardines urbanos, oasis para insectos
Luego utilizaron datos de sensores remotos por satélite para identificar cómo la proporción de superficies y edificios sellados en áreas urbanas afectaba a las abejas.
“Demostramos que la forma en que las abejas respondieron a la urbanización era específica de ciertos rasgos. Por ejemplo, las abejas que anidan en cavidades en realidad se beneficiaron de la urbanización, ya que pueden anidar en pequeñas grietas y cavidades de los edificios”, explica Gabriel Marcacci, estudiante de doctorado en la Universidad de Göttingen.
“Además, descubrimos que las abejas que anidan en el suelo, que generalmente se consideran las perdedoras en la urbanización, encuentran amplias oportunidades para anidar en las megaciudades tropicales porque todavía hay suficiente suelo disponible, principalmente en los vecindarios menos desarrollados”, aclara Marcacci.
Las abejas sufren más en los trópicos
Este hallazgo es especialmente importante en los trópicos ya que, a diferencia de las regiones templadas, las abejas sociales, como las abejas melíferas silvestres, sufren más la pérdida de hábitat debido a la urbanización que las grandes abejas solitarias y las que anidan en cavidades.
“Nuestros resultados difieren en parte de lo que se encuentra a menudo en ciudades de regiones templadas, lo que demuestra que no podemos generalizar a partir de estudios de campo realizados en Alemania u otros países del Norte Global”, señala Ingo Grass, profesor del Departamento de Ecología de Sistemas Agrícolas Tropicales de la Universidad de Hohenheim.
Otro resultado contrastante, dicen los científicos, es la fuerte disminución de las abejas sociales con la urbanización en las áreas tropicales. “Este resultado es particularmente preocupante porque en los trópicos, las abejas sociales, como las abejas melíferas silvestres y las abejas sin aguijón, forman grandes colonias y son esenciales para la polinización de los cultivos”, dice Teja Tscharntke, profesora de la Universidad de Göttingen, quien fue otro miembro del equipo.
Por Daniel T. Cross. Artículo en inglés