Existen muchas posturas acerca de la alimentación. Continuamente aparecen dietas innovadoras que prometen una alimentación sana y perfecta. El de la fruta antes o después de las comidas, es una postura entre tantos.
Son muchos los beneficios que nos aportan las frutas, son alimentos nutritivos y saludables, con buen aporte de agua, que contienen fibras, vitaminas y minerales diversos, esenciales e indispensables para nuestro organismo.
Las frutas no deben faltar en una alimentación sana y equilibrada. Cada una de ellas contienen beneficios interesantes para nuestra salud, siendo útiles en la prevención del cáncer (por su contenido en antioxidantes y fibras), colesterol y triglicéridos altos, la obesidad y el sobrepeso.
La Organización Mundial de la Salud recomienda ingerir 400gr de frutas y verduras al día para evitar enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Esto vendría a ser cinco porciones diarias.
¿Pero cuándo comer la fruta? Estos son los argumentos, tú decides:
¿Por qué comer la fruta antes de las comidas?
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Aporta saciedad: gracias a su alto contenido en fibra, comer fruta antes de las comidas ayudará a saciar nuestro apetito, lo que a su vez nos evitará una ingesta posterior excesiva de comida.
- Lo mejor es comer la fruta aproximadamente una hora antes de la comida para evitar molestias digestivas: cuando las frutas se comen luego de la comida es más probable que se produzca una fermentación de los azúcares y que nuestro estómago no sea capaz de digerirlas correctamente, lo que a su vez genera molestias digestivas (tales como hinchazón, gases y dolor estomacal). Eso sí, no debemos confundir que digestivamente las frutas consumidas antes de las comidas sea más aconsejable con que ingerir fruta sea perjudicial, dado que la fruta siempre es beneficiosa.
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Ayuda a hacer mejor la digestión: la fruta es rica en sustancias ácidas capaces de estimular las secreciones de nuestro estómago, lo que a su vez ayuda a hacer bien la digestión.
¿Por qué comer la fruta después de las comidas?
- Tradicionalmente se come como postre, podemos seguir manteniendo la costumbre si no modificamos el resto de la comida. Es decir podemos tomar fruta como postre dentro de un contexto de alimentación equilibrada (hay que recordar que el equilibrio no se consigue en una sola comida sino a lo largo de los días, aproximadamente 2 semanas)
- El sistema digestivo es lo suficientemente eficiente y su capacidad de aprovechamiento vitamínico es muy elevado, no se pierden demasiadas vitaminas sensibles al medio ácido.
- Comer la fruta como postre evita la ingestión de otro tipo de alimentos (dulces, etc.) que poseen mayor valor calórico y contenido en grasas. También es bueno como postre porque los ácidos que contienen ayudan a realizar una limpieza de la boca.
- También se desmitifica que si se toma la fruta después de las comidas, ésta fermenta en el estómago. La fruta no fermenta en el estómago, independientemente de que se tome antes o después de comer. El estómago no es un departamento dividido en diferentes alturas, por lo que el hecho de que la fruta se tome al final de la comida no significa que ésta quede en la parte superior del estómago y vaya a fermentar.
¿Por qué comer la fruta entre las comidas principales?
- Como merienda o a media mañana para aprovechar al máximo sus cualidades vitamínicas. Al estar sola en el estómago, la fruta permanecerá menos tiempo en contacto con los fuertes ácidos y por lo tanto la merma vitamínica será menor.
Conclusión
Si tu problema es de exceso de peso, la fruta, como el resto de los alimentos, aporta las mismas calorías independientemente de cuando la tomes. Si la eliminas de las comidas principales, no la sustituyas por otro postre y tómala a media mañana y como merienda. Cualquier otra opción es también válida mientras no la elimines de tu alimentación.
Si no existe ningún problema de salud, puedes tomarla cuando quieras, lo que tengas por costumbre o lo que parezca más agradable. Pero sin prejuicios.
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