Tierra de diatomeas: Fertilizante ecológico e insecticida natural

La tierra de diatomeas, también llamada diatomita, es conocida popularmente como “tierra blanca” y se trata de un material que resulta de la fosilización de las algas unicelulares recubiertas con una cama de sílice, la cuales son extraídas del fondo marino.

Al igual que todos los organismos, plantas o animales, las algas también comen y en este caso se han alimentado de sílice para luego transformarlo en sílice orgánico.

Al fosilizarse, su contenido orgánico desaparece y el material inerte queda depositado, creando así los yacimientos que conocemos hoy en día. 

En los últimos años la eco tierra de diatomeas ha ganado importancia en la agricultura porque cuenta con una doble ventaja, como insecticida natural y también como fertilizante ecológico, por lo que su uso está cada vez más extendido.

Un insecticida natural de amplio espectro

Su acción insecticida no es por envenenamiento sino por deshidratación. La capa externa de los insectos se pierde por abrasión o absorción de los bordes afilados de los pequeños cristales de sílice que forman las diatomeas, al perder el insecto la protección contra la pérdida de agua, se produce la desecación.

A esta forma de accionar se la denomina físico-mecánica, diferenciándose de los insecticidas químicos que lo hacen por contacto o ingestión. Por su forma de actuar, no crea resistencia en los insectos, a diferencia de los insecticidas comunes. Además su uso puede extenderse a muchos ámbitos ya que a las concentraciones en las que es tóxico para los insectos es totalmente inocuo para las personas y otros mamíferos.

Por su modo de acción el espectro de las plagas que puede combatir es muy amplio. Se puede combatir ácaros, arañas, caracoles, moscas, mosquitos o pulgones entre otros. El modo de aplicación recomendado es espolvoreado a una dosis de 1 kg/100m2, espolvoreando la planta y la tierra circundante. Para su aplicación foliar, se recomienda diluir 10 g por cada litro de agua y pulverizar toda la planta.

Además de ser recomendados contra plagas en cultivos, está permitido para su uso dentro y fuera de edificios y granjas, y algunos productos también se utilizan para desparasitar animales domésticos. Es muy efectivo contra pulgas y garrapatas. La dosis recomendada es de 1gr. por kg. de animal.

Su uso como fertilizante

Por el lado de su acción fertilizante la tierra de diatomeas es un complemento fertilizante ideal para nuestros suelos de cultivo. Además de aportar nutrientes en forma de silicio y calcio, facilita la asimilación de estos por las raíces de las plantas mediante un mejor intercambio catiónico, mejora el suelo en cuanto a su nivel de aireación, retención del agua y esponjosidad del mismo.

El silicio es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre y a pesar de no estar considerado como esencial es un nutriente que al aplicarlo a los cultivos aporta multitud de beneficios, como aumento a la resistencia a enfermedades, tolerancia al estrés hídrico y salino, o una menor evapotranspiración entre otros.

Aporta micronutrientes necesarios para que la planta pueda asimilar de forma correcta los macronutrientes presentes en el suelo. Los macronutrientes que la tierra de diatomeas ayudan a asimilar, entre otros y no menos importantes, serían el fósforo, el nitrógeno y el potasio.

Otros beneficios de la Tierra de diatomeas:

  • Neutraliza los elementos tóxicos y el exceso de acides de la tierra.
  • Mejora las condiciones físicas del suelo.
  • Recupera los suelos que hayan sido trabajados de forma inadecuada.
  • Optimiza la fertilidad del suelo al mejorar la retención de agua.
  • Mantiene nutrientes en forma disponible para las plantas.
  • Brinda a las plantas capacidad de almacenamiento y distribución de carbohidratos.
  • Es segura en agricultura orgánica y recomendable para cultivos comerciales.

Por todas estas características la tierra de diatomeas es cada vez más usada tanto en agricultura ecológica como tradicional, al ser una herramienta de gran utilidad para la lucha contra distintas plagas, sin crear resistencias ni dejar residuos tras su uso, y ser al mismo tiempo, una fuente de nutrientes para la planta.