3 claves para vender una empresa ecológica

La transición verde ha tenido un impacto notable en el sistema económico. Nuestro tejido empresarial cada vez es más eficiente y se construye bajo planteamientos orientados a la protección del medio ambiente. Los modelos de negocio, las metodologías que los configuran o los materiales empleados en los procesos productivos son algunos de los factores de cambio más llamativos. Los proyectos y negocios que tienen una fuerte base ecológica constituyen una oportunidad de rentabilidad para muchos inversores. ¿Posees una empresa de este tipo y te gustaría venderla? Si es así, presta atención, a continuación, te hablamos de ello.

Llevar a cabo la venta de una empresa puede ser algo relativamente complejo. Identificar oportunidades de compra o hacer una buena propuesta de venta se convierten en factores determinantes. Además, la adopción de las medidas y precauciones necesarias se torna fundamental si de lo que se trata es de evitar riesgos. En realidad, cuando hablamos de la venta de empresas nos referimos a un segmento mercantil como tal y, por lo tanto, es aconsejable que se reciba el apoyo y asesoramiento de un equipo especializado durante todas las fases de la operación.

Si estás valorando la posibilidad de poner en venta tu empresa, es importante que tengas presentes algunos factores que pueden definir el éxito del procedimiento. En este artículo, compartimos contigo una selección de claves para vender una empresa de forma efectiva.

Localizar el comprador

La primera cuestión que surge después de tomar la decisión de vender un negocio es cómo hacerlo exactamente. Como ocurre con cualquier proceso de compraventa es necesario hacer uso de ciertas herramientas. Diseñar una estrategia comercial y prospectiva para identificar al comprador ideal se convertirá en el eje central de la operación. Además, es recomendable tener en cuenta que durante la fase de venta deberá mantener el anonimato a lo largo de todo el proceso hasta la fase final.

La adquisición de empresas constituye un modelo de inversión muy prometedor para aquellas personas (físicas o jurídicas) que están buscando obtener nuevas fuentes de rentabilidad a largo plazo. Sin embargo, lo más habitual es que cuando se establezca el primer contacto se formalice un acuerdo contractual con cláusula de confidencialidad. De este modo, el procedimiento puede desarrollarse en un contexto de anonimato en ambas direcciones, es decir, ni tú como vendedor deberás revelar tu identidad ni, por su parte, el comprador deberá hacerlo. Gracias a ello, se eliminan ciertos riesgos potenciales a partir de ciertas garantías en materia de protección.

Preparar el precontrato

¿Has localizado uno o varios candidatos o compradores potenciales? En ese caso, el primer paso será facilitar información sobre tu negocio. Elaborar un pequeño dossier reuniendo los datos más relevantes como la actividad desarrollada, sus metodologías, sus logros o su evolución a lo largo del tiempo facilitará el proceso de negociación. De este modo será más probable que el comprador potencial diseñe una oferta más adaptada al valor real de la empresa.

A la hora de llevar a cabo el proceso será fundamental redactar un precontrato dentro del cual quede definida la naturaleza del acuerdo. Gracias a ello, el comprador podrá contar con una perspectiva más precisa y transparente y, en definitiva, la valoración de su viabilidad será mucho más sencilla de cara a financiar la compra de empresas.

Dentro del precontrato deben quedar reflejados los datos de las dos partes que intervienen en el acuerdo. A lo largo de esta fase la empresa también deberá sobrepasar una auditoría de forma obligatoria. El trámite puede requerir algo más de tiempo porque requerirá de un análisis preciso y una serie de comprobaciones que contribuirán a que el comprador potencial gane mayor confianza y sepa con mayor seguridad qué tipo de negocio va a adquirir.

Materializar la venta

Una vez que se ha sobrepasado la última fase, las partes implicadas sellan la operación de venta bajo las condiciones previamente establecidas. Al desarrollarse en un contexto de plena transparencia el grado de satisfacción en ambas direcciones está garantizado. Como vendedor, no es recomendable que permitas que ciertos aspectos subjetivos externos (por ejemplo la opinión del comprador sobre el valor o la naturaleza de la empresa) determinen el precio de venta. Reducirlo amparándose en este tipo de condicionantes o factores no es recomendable y puede ir en detrimento de la rentabilidad a obtener.

Se trata de una operación que requiere de ciertos conocimientos por lo que lo más aconsejable para obtener los resultados esperados es recibir asistencia o asesoramiento por un equipo de profesionales especializados en el sector que ayuden a dirigir el proceso de venta en la dirección adecuada.