Es conocido en todo el mundo que la dieta mediterránea, basada en la ingesta de verduras, frutas, cereales, legumbres y pescado, ha sido de gran beneficio para la salud de los europeos del sur del continente. Pero el gran ingrediente estrella, repleto de propiedades y que sirve para condimentar y cocinar lo expuesto anteriormente es, el aceite de oliva virgen extra.
Conocido como oro líquido, este producto natural contribuye con la longevidad de las poblaciones que lo consumen. Aún hoy se sigue investigando sobre los beneficios para la salud del aceite de oliva.
A este alimento no solo se lo utiliza en la gastronomía, debido a su sabor suave para realizar diferentes recetas de cocina, sino que también puede aprovecharse en otras cuestiones, como en la cosmética. Por ejemplo, en la elaboración de jabones, cremas para peinar, shampoo hidratantes y baños de crema.
Para el corazón
Otra de las características fundamentales del aceite de oliva extra virgen es lo bien que le hace a nuestro corazón. Es el más rico en ácidos grasos monoinsaturados (70%), principalmente ácido oleico. Las dietas con alto contenido en estos ácidos producen un perfil metabólico más favorable, con mayores reducciones del colesterol total y los triglicéridos, así como un aumento de las lipoproteínas de alta densidad (HDL, el llamado colesterol «bueno») y un descenso de las de baja densidad (LDL, el «malo»), todo ello asociado a un menor riesgo de enfermedad coronaria.
Para el estómago
El aceite de oliva favorece la función digestiva y reduce la secreción ácida gástrica, protegiendo frente a las enfermedades gastrointestinales. En el estómago es la grasa mejor tolerada ya que no favorece el reflujo esofágico. Protege la mucosa del estómago al disminuir la secreción de jugo gástrico y favorecer la cicatrización, con lo que se reduce el tamaño de las úlceras. Evita el estreñimiento, potencia las propiedades detoxificantes del hígado y ayuda a la producción y liberación de la bilis.
Este aceite también ayuda a perder peso ya que contiene grasas saludables. Sin embargo hay que consumirlo con cuidado por su efecto laxante.
Por último este aceite también es un gran antiinflamatorio gracias a un compuesto orgánico denominado oleocantal. Además facilita la pérdida de peso corporal, gracias a una sustancia denominada oleiletanolamida, sintetizada en el intestino a partir del ácido oleico y que tiene un conocido efecto saciante.
Para la piel
El aceite de oliva en la piel debe usarse muy delicadamente, esto significa que en necesario empaparse para obtener los beneficios. Cuando se aplica, suele decirse que menos es más. No es necesario que camines con la cara goteando.
Puedes usarlo también como loción en todo el cuerpo. Algunas personas se aplican aceite de bebé, aunque se seca en poco tiempo. El aceite de oliva también en el cuerpo debe aplicarse en cantidades mínimas para evitar que se activen las alarmas de “brillo”. Úsalo como una loción y obtendrá igualmente todos sus beneficios y sin molestias.
Otros usos y beneficios
Además es un aliado a la hora del consumo en diabéticos ya que este alimento contiene grasas saludables que podrían ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre y la producción de insulina.
El aceite de oliva virgen, al ser rico en ácidos grasos insaturados, ayuda a prevenir las cefaleas.
El aceite de oliva virgen contiene compuestos con funciones antioxidantes: los polifenoles y la vitamina E. Estos polifenoles, entre los cuales se encuentra la oleuropeína, se digieren y absorben fácilmente, lo cual permite que tengan un efecto protector frente al estrés oxidativo y los daños producidos por los radicales libres.