En el marco de la conmemoración del día internacional de la sanidad vegetal, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hizo un llamado a la acción ante la pérdida de los cultivos a nivel mundial. Anualmente, cerca del 40% de las siembras se ven afectadas por factores climáticos, perdiendo la capacidad de recuperación de las tierras y de producción de alimentos al nivel necesario para la población mundial.
«Una sola salud» más que un lema un llamado a la comprensión
El lema empleado para promocionar las campañas de cuidado de la tierra y la producción de alimentos es «Una sola salud» este, hace una convocatoria a reflexionar en cuanto a la interacción que tenemos los seres humanos con todo lo que se encuentra sobre el planeta, siendo que la salud animal, vegetal, ambiental, maritima y humana están vinculadas de manera inseparable.
Los seres humanos consumimos directa o indirectamente lo que se encuentra a disposición en la naturaleza, por lo tanto, los cultivos de todos las clases son indispensables para la vida. De este modo, es fundamental comprender que estando entrelazados, el cuidado de la salud de los cultivos determinará en gran medida el cuidado de la salud animal y de la misma forma el cuidado de la salud humana.
No obstante, garantizar la seguridad alimentaria, a través de la sanidad vegetal en los cultivos mundiales es un reto, toda vez que anualmente estos se ven afectados por plagas y situaciones climáticas que destruyen por completo su capacidad de subsistencia, además de disminuir los rendimientos por hectárea que se encuentran estimados de acuerdo con las semillas y zonas de cultivos.
Plagas y cambio climático impactan económicamente
El hecho de que anualmente se estime la pérdida de hasta 40% de los cultivos estimados en la producción ocasiona un impacto en la agricultura y en la alimentación de manera inmediata, sin embargo, uno de los más grandes efectos ocurre sobre la economía, pues se llegan a manejar pérdidas en el sector agrícola cercanas a los 220 000 millones de dólares, fundamentalmente por la suma de los efectos sobre los pequeños productores.
Esta cifra se pierde estrictamente por el coste de producción de los cultivos que no logran finalizar su ciclo de producción, de manera que el impacto crece cuando se suma la pérdida deribada de la imposibilidad de la venta de productos que terminan siendo de baja calidad para el mercado y a su vez los efectos que esto tiene sobre los mercados de futuros en casos como los cultivos de maíz, soja y otros comodities agrícolas.
Volver a lo tradicional para generar cultivos sanos
La FAO menciona experiencias exitosas en las que, por una parte se evitan los cultivos trangénicos, a la par de generar formas de evitar la proliferación de plagas que afecten la calidad de los mismo. Al respecto, técnicas de manejo de plagas, implementación de medidas de rotación de cultivos, cuidados de la tierra como el tratamiento mediante mecanismos biológicos, son sólo algunas de las recomendaciones para mitigar la pérdida de capacidad de producción vegetal.
En ese sentido, el organismo internacional aplaude iniciativas con las que se vuelve a lo autóctono y lo tradicional en cuanto a las semillas fuente de los cultivos, le apuestan y recomiendan prácticas de permacultura en la que el respeto por la tierra, en comprensión de que somos parte de ella, y de que la fuente de la salud humana se encuentra en lo que consumimos se encuentre de forma preminente.
Para disminuir la tasa de pérdida de cultivos es necesaria la rotaciión de estos, el cuidado de las semilla, retornar a la semilla originaria, hacer un manejo adecuado de las plagas, con insumos biológicos que no atacan las siembreas, entre otros. Por lo tanto, FAO hace un llamado en ese marco para que las investigaciones, las políticas gubernamentales y la conciencia ciudadana, se dirijan hacia la recuperación de los cultivos.