La hora para comer frutas no tiene la menor relevancia, pero hay un detalle importante que hay que recordar, y es hacerlo siempre con el estómago vacío.
No existe una hora ideal para consumir cada tipo de fruta y, aunque solemos comerla después de las comidas, como postre, lo cierto es que los expertos recomiendan ingerirla durante la mañana, entre horas y con el estómago vacío, evitando el tránsito lento, momento en el que es más difícil que nuestro cuerpo absorba adecuadamente todos los nutrientes que nos aporta la fruta, tales como la fibra, las vitaminas, los antioxidantes y los minerales.
La noche es el momento del día menos recomendado para consumir fruta. Y es que, durante estas horas, la actividad física tiende a reducirse y el metabolismo se ralentiza, por lo que no es el mejor momento para consumir un alimento que nos aportará energía en forma de glucosa. Si no quemamos esa glucosa, tenderá a quedar almacenada en nuestro cuerpo en forma de grasa.
No existe un horario ideal para comer frutas
Hay que tener en cuenta que la fruta contiene una sustancia denominada fructosa, que nuestro cuerpo transforma en glucosa y, en última instancia, en energía. Es por eso que es muy recomendable consumirla por la mañana, para que nos aporte los nutrientes que necesitamos para empezar el día con fuerza y energía.
La fructosa, un azúcar que se encuentra en la fruta, se procesa principalmente en el intestino delgado, no en el hígado o el estómago, como mucha gente asume erróneamente. El exceso de fructosa que no llega a absorber el intestino delgado continúa a través del intestino hacia el colon. Como consecuencia, también entra en contacto con la flora microbiana natural del intestino grueso y el colon, conocida como microbioma.
El microbioma está diseñado para no ver nunca el azúcar. Uno puede comer una cantidad infinita de carbohidratos y no habrá una molécula de glucosa que ingrese al microbioma. Pero tan pronto como beba un refresco o un jugo, el microbioma ve un nutriente extremadamente poderoso para el que fue diseñado para no ver nunca.
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