La preocupación por cuidar el medio ambiente y los recursos naturales es cada vez más frecuente en los jóvenes; a diferencia de otras generaciones, no sólo se preocupan sino que además se ocupan. De la mano de esto, año tras año se van sumando las personas que son vegetarianas o veganas, que separan residuos, tienen huertas en sus hogares y realizan compost. El consumo de indumentaria no se quedó atrás y de la mano de esto surge la moda circular.
El consumidor responsable y exigente con las marcas y comercios generó que la moda circular deje de ser únicamente territorio de las llamadas “ferias americanas” y que ahora también grandes empresas cambien su esquema de producción y venta, con enfoque green y facilitando el acceso a las personas de productos sustentables. Ahora bien, veamos en detalle qué es la moda circular y cómo ser parte de ella.
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¿Qué es la moda circular?
Un nuevo paradigma es el que se está viviendo en el consumo, y en el ámbito de la indumentaria se conoce como “moda circular”. La misma consiste en reducir el desecho lo máximo posible y cambiar el esquema de producción masiva y estandarizada que lleva a la lógica: producir – consumir – desechar.
La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo porque genera una altísima cantidad de residuos y de ello surge la necesidad de que la moda sea sustentable y sostenible, apostando así por un proceso circular.
También es llamado slow fashion, en contraposición al fast fashion, que promueve no sólo la reutilización de las prendas sino pensar todo el proceso de manera integral con una perspectiva ética y responsable con el objetivo de reducir lo mayor posible el impacto en el medioambiente.
¿Por qué es relevante este tipo de moda?
La relevancia de esta forma de producción y comercio es, justamente, que va más allá de la responsabilidad del consumidor en comprar ropa usada, regalar o reciclar. El grado de conciencia debe estar presente desde el diseño de indumentaria, estableciendo una estrategia para producir y diseñar siendo ambientalmente responsable.
El consumidor fue quien tomó las riendas del asunto y exigió a las empresas mayor involucramiento en reducir el impacto ambiental. Ahora, cada vez más son las marcas que modifican su esquema de producción, incorporando nuevas técnicas de elaboración, materiales primos orgánicos y diseñando prendas que no hayan necesitado un excesivo uso de recurso natural para su elaboración.
En resumen, la moda circular propone desacelerar los procesos para poder identificar fallas, corregirlas y optimizarlas. Además, la concepción de modas por temporadas también es cuestionada dado que la premisa es consumir lo necesario y que aquella prenda que ya no quiero usar más, la utilice otra persona para alargar su vida útil.

¿Cómo ser un consumidor de moda responsable?
La primera y más sencilla manera de ingresar a esta nueva forma de consumo es evitar comprar ropa nueva. Hoy en día hay muchas tiendas de ropa usada o comercios online, como Paris, que incluyeron un catálogo para poder elegir qué es lo que más te gusta. Además, el mismo sitio tiene la posibilidad de vender aquellas prendas que ya no quieres más.
En el caso que quieras comprar indumentaria a estrenar, se recomienda optar por marcas responsables en la producción para fomentar que otras compañías de la vieja escuela se sumen a esta nueva forma. La utilización de materia prima orgánica, ahorro de energía y agua en las técnicas de producción son algunas de las categorías que debemos prestar atención como consumidores.
Si tienes demasiada ropa, seguramente más de la mitad no la uses y siempre eliges los mismos looks. En esos casos, lo mejor es categorizar la ropa por temporada de invierno, verano o media estación; también puedes seleccionarlas según sean informales o formales.
Separa aquellas prendas que son para donar y las que quieres ingresar en el sistema de compra-venta de ropa usada. Hoy son muchas las tiendas que se encargan de que otra persona la utilice en lugar de desecharla. ¡Anímate a ser parte del cambio!