El mantenimiento del jardín necesita contar con una serie de herramientas que dependerá de sus dimensiones y el tipo del que se trate. Como cabe suponer, no son las mismas máquinas las necesarias para mantener un césped bien cuidado que para mantener un jardín con macetas. Este artículo va dedicado al cortacésped y la desbrozadora, dos herramientas muy habituales para cuidar los espacios ajardinados
Cuando se cuenta con un jardín con césped, se hace necesario tener maquinaria específica para su cuidado. Con el cortacésped se consigue emparejar la longitud de toda la hierba. Cuenta con una bolsa de recogida para que se mantenga limpia la zona cortada y se facilite su posterior desecho. La desbrozadora, en cambio, es más recomendable para ser utilizada en jardines con bordes, ya que es fácil de utilizar en lugares más inaccesibles.
En caso de dudas, los expertos de la web www.todobosqueyjardin.com se encargarán de hacer cualquier aclaración y recomendar el aparato adecuado para cubrir las diferentes necesidades. Cabe señalar que cuando se dispone de un jardín grande, en el que hay una extensión considerable de césped, pero también bordes y rincones de difícil acceso, como los que se forman en los arriates o caminos hechos de piedra, lo más apropiado es contar con estas dos herramientas, pues se complementan a la perfección.
Ventajas e inconvenientes de un cortacésped
Cuando se tiene la suerte de contar con jardín con una zona de recreo cubierta de césped, llega el momento de hacerse con las herramientas necesarias para mantenerlo bien cuidado. Toca elegir un cortacésped apropiado para las características del terreno. En el mercado no solo se pueden encontrar infinidad de modelos y marcas, sino también tres tipos bien diferenciados.
Manual
En primer lugar, se encuentra el cortacésped manual. Ofrece la ventaja de ser una herramienta sencilla, que no genera gasto alguno ni en combustible ni en electricidad, y tampoco sufrirá averías que pueden llegar a ser costosas. El principal inconveniente es que se debe generar más esfuerzo para conseguir buenos resultados, ya que es propulsado por la fuerza del usuario, por lo que solo es recomendable para extensiones de hierba pequeñas.
Gasolina
El cortacésped de gasolina, en cambio, es muy potente y ofrece una gran capacidad de trabajo. Son herramientas ideales para cortar grandes extensiones de césped y, como no cuentan con cable de alimentación, como ocurre con los eléctricos, permiten llegar a zonas alejadas o rodear obstáculos sin dificultad, como la piscina o los árboles. El principal inconveniente es que resultan pesados, en ocasiones no son fáciles de maniobrar y resultan más sucios que los eléctricos al tener que manipular gasolina para su funcionamiento y, por tanto, muy contaminantes por la emisión constante de CO2.
Eléctrico
Un cortacésped eléctrico es asequible desde el plano económico y consigue buenos resultados. Posiblemente sea la mejor elección para un terreno familiar. Permite cortar zonas de hierba alta sin demasiado esfuerzo. Son fáciles de utilizar, muy manejables y cuentan con un cesto para recoger los restos de césped cortado, por lo que no da pereza pasarlo con frecuencia y tener el césped siempre perfecto.
El principal inconveniente es el cable, que tiende a enredarse y limita el acceso a zonas más alejadas, por lo que probablemente se necesite un cable de extensión que amplíe el campo de actuación.
La desbrozadora
Una desbrozadora es una máquina que se utiliza en los trabajos de jardinería para cortar al ras de suelo todo tipo de plantas, hierbas y césped. No es un sustituto del cortacésped, sino que complementa su trabajo llegando a aquellas zonas, esquinas o rincones de difícil acceso. Al igual que ocurría con el cortacésped, se pueden encontrar desbrozadoras manuales, de gasolina o eléctricas.
Manual
Es el tipo de desbrozadora más sencillo y el que menos potencia ofrece, por lo que es ideal para trabajos de jardinería en los que hay que eliminar elementos vegetales variados, pero que no ofrezcan demasiada resistencia. Este es su principal inconveniente, que no es una herramienta válida para trabajos donde sea necesario emplear una fuerza mayor, además de resultar una tarea más pesada para el usuario.
Gasolina
Son las más utilizadas por los profesionales de la jardinería por ser máquinas potentes, fiables, seguras y versátiles, capaces de adaptarse a las diferentes condiciones que se dan a diario en este trabajo.
Sus principales inconvenientes respecto a las eléctricas es que son más ruidosas, muy a tener en cuenta si se vive en comunidades de vecinos, la emisión de humos y un coste más elevado que las eléctricas.
Eléctricas
Las desbrozadoras eléctricas funcionan con solo conectarlas a la red eléctrica doméstica, siendo las preferidas para uso particular. Las principales ventajas respecto a las de gasolina son su coste, mucho más reducido, y que son mucho más silenciosas, ligeras, de menor tamaño, fácil mantenimiento y, por supuesto, libre de emisiones contaminantes. Los inconvenientes son los propios de cualquier herramienta que va conectada a la red y depende de un cable, dificultando la libertad de movimientos, aunque se ha solucionado este problema con la maquinaria eléctrica sin cable que funciona con batería. Por otro lado, y aunque depende del modelo elegido, en líneas generales presentan menos potencia que las desbrozadoras de gasolina.