Este viernes, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dio a conocer una operación que vuelve a posicionar a México en la conversación regional sobre financiamiento sostenible. Sin embargo, la dependencia federal realizó una nueva colocación simultánea de los Bondes G y el Bono S, instrumentos asociados a la estrategia de sostenibilidad financiera.
México es cabeza de la región al concretar su segunda colocación, indica Hacienda
Un dato clave es que se trata de una emisión sólida, que cuenta con buena demanda y una alta participación de inversionistas nacionales y del extranjero, algo que no ocurre todos los días y que refleja el ánimo del mercado.
Hay que tener en cuenta que este movimiento se inscribe dentro de un esfuerzo más amplio del gobierno federal, en la semana en la que Hacienda y el Departamento del Tesoro unieron fuerzas contra el Tren de Aragua, pero esta vez se trata de un hecho enfocado en reforzar la curva de rendimientos vinculada a proyectos sociales, ambientales y de gobernanza.
Asimismo, esta fue la segunda emisión del año bajo este formato conjunto, un dato que ya ubica al país como una gran referencia regional. México se coloca a la cabeza de la región al concretar su segunda colocación simultánea de Bondes G y Bono S, impulsando la liquidez y visibilidad de estos instrumentos.
Más participaciones y mayor liquidez para los instrumentos sostenibles
El escrito indica que la operación se estructuró bajo un mecanismo de vasos comunicantes: se colocaron 26 200 000 000 de pesos entre ambos instrumentos. En ese sentido, los Bondes G se asignaron con plazos a 2, 4 y 6 años. En el caso del Bono S, se da a un vencimiento de 10 años, pero la demanda total ascendió a 48 012 000 000, equivalente a 1,83 veces lo que sería el monto adjudicado; una clara señal de confianza en el mercado.
En el detalle fino, la distribución fue la siguiente: 16 200 000 000 de pesos en Bondes G y 10 000 000 000 de pesos en el Bono S. En los Bondes G, el plazo de dos años se adjudicó con sobretasa de 0,1609%; el de 4 años, en 0,1824%; y el de 6 años, en 0,2029%.
Además, el Bono S cerró con un rendimiento de 8,86%; también el propio comunicado oficial señala que la colocación «aumenta su profundidad y liquidez», reforzando un portafolio de financiamiento sostenible que se nutre de programas ya presupuestados.
Un vínculo reforzado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Los Bondes G se caracterizan por tener tasa flotante, indexada a la TIIE de fondeo, lo que permite que el rendimiento vaya ajustándose conforme cambian las condiciones del mercado, pero su diseño responde a criterios ambientales, sociales y de gobernanza, un enfoque que ya no es accesorio para el sector público.
Por otro lado, el Bono S a tasa fija con cupón del 8% tiene una relación directa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, los recursos respaldan proyectos presupuestarios en sectores tan sensibles como una infraestructura hídrica, salud, educación y biodiversidad.
Cabe mencionar que este conjunto de programas constituye el portafolio de Gastos Elegibles del ejercicio fiscal 2025, todos ellos bajo el Marco de Referencia de los Bonos Soberanos ligados a los ODS. Esta operación fortalece la curva de rendimiento sostenible del país y se presenta como referencia para futuras emisiones temáticas. La Secretaría de Hacienda realizó el proceso en estricto apego a la Ley Federal de Deuda Pública y dentro de los techos autorizados por el Congreso para el ejercicio fiscal 2025.
Además, el gobierno federal reiteró el compromiso con un manejo responsable de la deuda y la continuidad de instrumentos que respondan a los desafíos económicos, sociales y climáticos. Por otro lado, esta segunda emisión simultánea del año no es simplemente un evento financiero; es parte de una estrategia a mediano plazo, en el año en el que Hacienda da el visto bueno a la venta de CIBanco e Intercam, busca colocar al país como principal emisor destacado en deuda sostenible.
