Si navegaras por las costas del sur de China, específicamente cerca de la provincia de Guangdong, podrías encontrarte con una silueta que parece sacada de una película de ciencia ficción. Se puede ver una estructura gigantesca en forma de «V» que, a lo lejos, recuerda a una criatura mitológica con dos cabezas vigilando el horizonte. Es una imagen que impone respeto y curiosidad, pues se ve como algo que no debería estar flotando ahí, en medio de la nada y rodeado de agua profunda, pero ¿De qué se trata?
Un monstruo en China
La energía eólica se ha vuelto muy popular en los últimos años, sin embargo siempre ha existido un gran desafío, pues el viento más fuerte y constante sopla lejos de la orilla, pero poner máquinas ahí es casi imposible porque el mar es muy hondo y las tormentas lo rompen todo. Las turbinas que conocemos siempre están clavadas en la tierra o en el fondo del mar, pero lo que tiene China es totalmente diferente.
Lo que más te deja con la boca abierta es su tamaño, pues es mucho más grande que cualquier otra cosa que ande por el mar. Es tan alto como los edificios más grandes de una ciudad y tan ancho que sus dos brazos cubren un espacio increíble. Pesa unas 15 mil toneladas, sin embargo, se mantiene estable sobre las olas como si fuera parte del paisaje, desafiando el movimiento del agua y la fuerza del viento.
El «monstruo» que vigila el mar es en realidad el OceanX, el aerogenerador flotante más potente del mundo y la protagonista detrás de esta maravilla es la empresa Mingyang Smart Energy. Pero ¿Qué tiene de especial este aerogenerador? Pues curiosamente la única diferencia es que tiene dos turbinas gigantes en lugar de una sola, pero ese pequeño cambio, hace una enorme diferencia.
Un gigante diseñado para sobrevivir al fin del mundo
Si te sorprendiste con la fuente de energía infinita, debes quedarte a ver el aerogenerador de dos turbinas. Sucede que al trabajar juntas, estas dos turbinas atrapan el viento con una fuerza tan impresionante que pueden generar luz para 30 000 hogares cada año, demostrando que una sola máquina en el mar es capaz de alimentar a toda una comunidad de forma limpia.
Lo más impresionante del OceanX es que es casi indestructible, pues al estar a mitad del océano, tiene que aguantar golpes que harían pedazos a cualquier otra máquina. Es tan fuerte que puede quedarse ahí parado aguantando los huracanes más peligrosos, con vientos que corren a 260 kilómetros por hora, sin que le pase absolutamente nada.
Para que sus dos «cabezas» aprovechen el viento al máximo sin estorbarse, las aspas giran en direcciones opuestas y siempre al mismo ritmo para no chocar. Pero lo más sorprendente es que se mueve solo, pues si el viento cambia de dirección, toda la estructura gira por su cuenta para quedar siempre de frente y seguir atrapando aire.
El futuro que flota sobre las olas
Este invento cambia por completo las reglas del juego para la energía del futuro. Al poder flotar, estas máquinas pueden llevarse a aguas muy profundas donde el viento es mucho más constante y fuerte que en la orilla, pero donde sería imposible construir cimientos. El OceanX utiliza un sistema de anclaje especial que lo mantiene en su lugar pero le permite moverse con las olas, lo que reduce el impacto en el fondo del mar y lo hace más amigable con la vida marina.
Sin duda, el OceanX es mucho más que un aerogenerador, es la prueba de que el ingenio humano no tiene límites cuando se trata de buscar soluciones para el planeta. Mientras en otros lugares quemaron toneladas de dinero, inventos como este nos demuestran que el océano tiene energía de sobra para todos si sabemos cómo atraparla y que la innovación no tiene límites, pues si realmente queremos ayudar a nuestro planeta y producir grandes cantidades de energía, no podemos quedarnos solo con las ideas tradicionales.