Nestlé: el negocio del agua es innecesario y debe acabar
El agua mineral de Vittel está haciendo titulares: Nestlé extrae 750 millones de litros al año en Vittel, Francia, y los lugareños se … Leer Más
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Unas 100.000 cajas de Coca-Cola salen cada día de Nejapa, un municipio salvadoreño de 30.000 habitantes, ubicado a tan solo 21 kilómetros de la capital del país. Desde hace casi veinte años, la empresa embotelladora de Coca-Cola en El Salvador, La Constancia/Sab Miller, elabora, comercializa y distribuye esta bebida y otras marcas de la conocida multinacional de refrescos en toda Centroamérica. Para producir un litro de Coca-Cola se necesitan dos litros de agua y en Nejapa, en medio del país con menor disponibilidad hídrica de la región, hay un acuífero estratégico.
Se extrae mucho más de lo que se repone y un estudio satelital observa las grandes pérdidas
La población cubana considera a los huracanes el desastre natural más devastador que azota a esta isla caribeña. Pero comienza a temerle por igual a la sequía, un fenómeno silencioso que este año podría alcanzar una intensidad sin precedentes.
La Amazonia posee una reserva de agua subterránea con un volumen 3,5 veces mayor que el del Acuífero Guaraní, un reservorio subterráneo de agua dulce que abarca los territorios de Uruguay, Argentina, Paraguay y Brasil. La Amazonia posee una reserva de agua subterránea con un volumen calculado en más de 160 billones de metros cúbicos, de acuerdo con la estimación de Francisco de Assis Matos de Abreu, docente de la Universidad Federal de Pará (UFPA), citado por la agencia FAPESP.
Escondido en el subsuelo de una vasta zona de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, el acuífero Guaraní es una de las reservas de agua dulce más grandes del planeta que, además, no está sobreexplotado ni contaminado pese a que de allí se abastecen millones de personas. El volumen de agua permanente se calcula en unos 45.000 kilómetros cúbicos y la recarga en casi 200 kilómetros cúbicos por año. En algunos lugares el recurso aflora o está a sólo 50 metros de profundidad y en otros llega hasta los 1.800 metros.
En los últimos tiempos, las grandes corporaciones han pasado a controlar el agua en gran parte del planeta y se especula que en los próximos años, unas pocas empresas privadas poseerán el control monopólico de casi el 75% de este recurso vital para la vida en el planeta. Los gobiernos de todo el mundo -incluidos los de países desarrollados- están desviando su responsabilidad de tutela de los recursos naturales a favor de las empresas. Según ellos, para mejorar la provisión del servicio. El embotellamiento del agua es un negocio que supera en ganancias a la industria farmacéutica.
El sustancial aumento de la producción agrícola argentina con imposición del monocultivo de la soja, va unido a un creciente deterioro ambiental y a una fuerte concentración económica y exclusión social. El costo de la subvaluación y sobreexplotación de los recursos naturales -que debería incluirse en la contabilidad macro y microeconómica- pone en duda la eficiencia y sostenibilidad del modelo de producción agrícola "moderno", tanto nacional como internacional
No es ético, suministrar agua que no mata, pero daña y perjudica todo lo que toca, incluso a los seres vivos. No es correcto causar daños y perjuicios, aunque sea para aumentar la oferta de puestos de trabajo para atender su reparación. –Mejor será evitarla, pienso yo-. Permitir lo que daña y perjudica, sólo por mover más dinero en ocupaciones, en otro caso, innecesarias, no puede ser nada bueno.
A nivel mundial, el uso que hacemos del agua dulce va en aumento. Los 6500 millones de habitantes ya se han adueñado del 54 % disponible en ríos, lagos y acuíferos subterráneos, pero si el consumo per cápita sigue creciendo al ritmo actual, dentro de 25 años el hombre podría llegar a utilizar más del 90 % del agua dulce disponible, dejando sólo un 10 % para el resto de especies.
A lo largo del presente texto proponemos abordar la problemática de la escasez del agua dulce con la finalidad de identificar una agenda de intereses comunes referidos a su explotación, distribución y conservación, tanto para nuestro abastecimiento como para el de las generaciones futuras.