Manifiesto por la erradicación del AMIANTO y AVINA
(De la misma forma que ha de desaparecer el amianto instalado en nuestras vidas, han de correr la misma suerte estas fundaciones del … Leer Más
(De la misma forma que ha de desaparecer el amianto instalado en nuestras vidas, han de correr la misma suerte estas fundaciones del … Leer Más
La confirmación de que Metro de Madrid sabía desde 2003 la existencia de amianto (también conocido como asbesto) en 115 de sus trenes, … Leer Más
El aire, el agua y el suelo contaminados son los causantes de la muerte prematura de 9 millones de personas cada año según … Leer Más
La compañía Johnson & Johnson (J&J) ha sido condenada a pagar 72 millones de dólares esa la familia de una mujer de Alabama (Estados Unidos) que murió por un cáncer de ovario por el uso durante décadas de los polvos de talco de esta empresa.
Vivimos en una vorágine de consumismo desmesurado en el que atendemos a modas, precios baratos, compras compulsivas e importaciones de todo tipo de productos venidos de lugares en los que muchas veces se está explotando sin ningún escrúpulo como esclavos a personas para obtener rápido y barato todo tipo de productos que en muchas ocasiones son un grave riesgo para la integridad física de todos, especialmente los niños, víctimas del egoísmo del mundo industrializado y de la ignorancia de los padres.
“El amianto me caía en la boca, lo escupía y seguía trabajando”, relata Francisco Padilla, de 52 años, expuesto durante gran parte de su vida laboral a las fibras de este mineral letal que le produjo un cáncer y la extirpación del pulmón izquierdo, la pleura y parte del diafragma.
Las grandes Corporaciones y las fundaciones que las acompañan, han estado trabajando sigilosamente para escurrirse entre los espacios alternativos (Grupo de Reflexión Rural argentino -GRR)
Un breve recordatorio para situarnos.
AVINA es una fundación fundada por Stephen Schmidheiny, heredero del criminal negocio del amianto en el mundo (que abandonó cerca del año 2000, cuando el barco de esta industria hacía aguas), por cuyos inmensos beneficios acumulados durante todo el siglo XX, a precio de sangre , necesitó crear en 1994 la fundación filantrópica a que nos referimos para intentar lavar su imagen.
No se puede olvidar esta batalla. Nos va en ello la vida a las organizaciones alternativas. Es la astuta manera que adopta el capitalismo en todas sus épocas para confundir a los movimientos sociales de resistencia, intercalándose en sus filas. Lo hace vía cooptación de dirigentes y/o financiación aparentemente gratuita. Es el llamado “filantrocapitalismo”, que sigue muy activo.
Su fortuna, tanto la heredada de la familia cuanto la amasada por él mismo procede en gran parte del criminal negocio del amianto en el mundo. Por eso, los fondos con que financia AVINA/Ashoka(i) a los movimientos sociales están llenos de sangre, son fondos criminales y por eso no paramos de pedirles a los beneficiados que devuelvan esos dineros recibidos- ellos o sus asociaciones-, a las miles de víctimas que pululan por el mundo. Sería la señal inequívoca de que eran ignorantes de todo esto que ha acontecido.
En el juicio de apelación, celebrado en Turín el pasado día 3, el magnate suizo del amianto ha visto cómo su pena era incrementada de 16 años a que fue condenado en primera instancia a 18 años en esta nueva sentencia. Además, tendrá que pagar de forma inmediata a las víctimas o a sus familiares un importe por valor de 88 millones de euros, en concepto de indemnizaciones.
El gran capital ha ideado un plan B para seguir maximizando benéficos, tal como el sistema capitalista tiene asignado en su estructura, mentalidad y práctica. Se trata de buscar legitimidad, abordando la semántica de los movimientos alternativos y penetrándolos para aflojar las resistencias y disidencias. Estratégicamente quieren hacer negocios con los pobres que, según ellos, son cuatro mil millones, y todos los días consumen. Dicen: “los pobres son el negocio de los negocios” y “todo el mundo tiene el derecho de hacerse rico y los que ya lo son a hacerse aún más”, es el derecho de los ricos.
La capilaridad es ese fenómeno por el que un fluido asciende en contra de la gravedad a través de un tubo delgado. Esa propiedad hace, por ejemplo, que la savia de un árbol suba y transporte el agua y los nutrientes que la planta necesita. Metafóricamente sería la cualidad de una entidad de penetrar en los más recónditos rincones, aprovechando los resquicios que se procura.
Cuando cada año toca a su fin, es habitual hacer un balance de lo ocurrido en el mismo, especialmente si hay buenas noticias. Este es el propósito de este trabajo que, hay que decirlo de antemano, ha sido un año muy importante en sentido positivo en la lucha contra esta plaga/genocidio llamada “amianto”. También ha dado malas noticias.
La historia de la industria del amianto (desde la minería hasta el depósito final en un vertedero) es una metonimia del capitalismo: una parte del mismo que explica el todo. Es un holograma del neoliberalismo: un fragmento que contiene la misma lógica y modo operativo de todo el sistema: ganar y más ganar a costa de lo que sea, en este caso de la salud de millones de personas.
Los abajo firmante hacemos un llamamiento solemne a las autoridades internacionales para declarar a S. Schmidheiny “persona non grata” en la Conferencia Río+20. Como un criminal condenado por causar un desastre ambienta. (Del manifiesto[ii] promovido por las víctimas mundiales del amianto, 2012)