Stephan Schmidheiny: el fin de la impunidad y de la mentira. El juicio del siglo, celebrado en Turín, condena a 16 años al magnate del amianto

“Por vez primera, que se recuerde, uno de los mayores magnates del mundo actual, y durante casi todo el siglo XX, es condenado a una pena de esta magnitud: dieciséis años en la cárcel (…) Se le ha condenado por los delitos de ‘desastre ambiental doloso permanente’ y ‘por omisión de medidas de seguridad’ en el trabajo (…) A los amigos, socios, colaboradores necesarios y demás simpatizantes de la fundación Avina, hay que recordarles, en el día de hoy, que ‘Se Busca’ a su benefactor Stephan Schmidheiny”.

El amianto en España: estado de la cuestión

El amianto es eterno: dura más que cualquier sustancia atómica en desintegración. Es letal: lo mismo que muchos elementos radioactivos. Es invisible, incoloro, inodoro, e insípido: igual que las radiaciones alfa. Es ubicuo y por su tamaño y liviandad puede quedar suspendida en el aire o en el agua y trasladarse aleatoriamente de acá para allá. Iba para mineral milagroso como la energía nuclear, y ha acabado en un enemigo “número uno” de la especie humana.

El juicio de Turín

En el mundo hay unos 125 millones de personas expuestas al asbesto en el lugar de trabajo. Según los cálculos más recientes de la OMS, la exposición laboral causa más de 107.000 muertes anuales por cáncer de pulmón relacionado con el asbesto, mesotelioma y asbestosis. Se calcula que un tercio de las muertes por cáncer de origen laboral son causadas por el asbesto. Además se calcula que cada año se producen varios miles de muertes (más) atribuibles a la exposición doméstica al asbesto.

Un mundo sin amianto

El amianto es un plaga esparcida por doquier, que sigue operando por todas partes: en unas, en las que se prohibió hace apenas unos años, porque sigue instalado y continúa desprendiendo pequeñas fibras, del orden de micras -millonésimas de metro- que van a parar al aire, al suelo y al agua y que, de manera invisible al igual que la radiactividad, terminan ingiriéndose o inhalándose y dando lugar a enfermedades malignas y muy dolorosas; en otras, porque aún se sigue extrayendo y transformando legalmente. Todos los años mueren, como mínimo 90.000 personas de cáncer de pulmón, mesotelioma y asbestosis debidos a la exposición al asbesto. Además, se estima que pueden atribuirse varios miles de muertes adicionales a otras enfermedades relacionadas con el amianto y a exposiciones a esa sustancia.

Fortunas y delitos. La mentira del amianto

Cada cinco minutos muere una persona a causa de una enfermedad provocada por el amianto. De aquí al 2030 medio millón morirán en Europa de un cáncer causado por el amianto; cada año van a morir unas 140.000 personas en el mundo que hace entre veinte y cuarenta años estuvieron expuestas a este mineral y en total unos 10 millones seremos sus víctimas en 2030. A toda esta matanza hay que añadir los inenarrables y atroces sufrimientos de los afectados y de sus familiares. Es la primera causa de muerte profesional. La serie de horrores continuará porque si en la “civilizada” Europa se prohibió el mineral casi totalmente desde 2005, en Canadá, en los países emergentes y en los empobrecidos (China, India, Brasil, México) la extracción y consumo van en aumento.

MarViva es Avina. La metáfora del queso de Gruyère

El capitalismo verde, en todas sus versiones, está infiltrando a los movimientos sociales y dejándolos como un queso de Gruyère. Lo hace ideológicamente y a través de fundaciones o entidades sin ánimo de lucro. Uno de los proyectos que está llegando más lejos, tanto en España como en Latinoamérica, es el desplegado por la Fundación Avina. La Fundación Avina y MarViva, dos entidades relacionadas con el magnate del amianto Stephan Schmidheiny , también tienen que ver con la persona que ocupará la dirección ejecutiva de Greenpeace en España, “que sí ha estado el último año contratada por MarViva”.

Víctimas y verdugos. Las mentiras del amianto, las fortunas amasadas, los delitos consumados

Cada cinco minutos muere una persona a causa de una enfermedad provocada por el amianto; según un estudio de la Unión Europea, de aquí al 2030 medio millón de personas morirán en Europa de un cáncer causado por el amianto; cada año van a morir unas 140.000 personas en el mundo que hace treinta o cuarenta años estuvieron expuestas a este mineral, bien por su trabajo o por su proximidad a los trabajadores o a las fábricas, y en total con lo que llevamos tragado de las fibras microscópicas del mismo unos 10 millones seremos sus víctimas en 2030 (según el doctor James Leigh, director del Centro de Salud Ocupacional y Ambiental de la Escuela de Salud Pública de Sidney, Australia). Y a toda esta matanza hay que añadir los inenarrables y atroces sufrimientos de los afectados y de sus familiares. No es sólo la primera causa de muerte profesional sino también, desde el punto de vista de las aseguradoras, el siniestro más importante de todos los tiempos.

Amianto, una fibra mortal e invisible

La dañina incidencia del amianto sobre la salud se conoce desde principios de siglo pasado, a pesar de lo cual se ha empleado de forma ubicua en gran cantidad de aplicaciones. De la gravedad de sus efectos da buena cuenta el hecho de que más de 100.000 personas fallecen cada año por su causa. En el artículo también se hace hincapié en los fuertes vínculos de algunas fundaciones supuestamente filantrópicas, como Avina y Ashoka, con la industria del amianto.

Desmontando a S. Schmidheiny. Los crímenes con amianto: de la multinacional Eternit a la fundación Avina

Ensayo sobre la mayor catástrofe industrial y laboral del siglo XX: el amianto. Un recorrido por los orígenes de esta industria, los estudios científicos realizados sobre la toxicidad de este material, las grandes fortunas creadas con su comercio internacional, (con especial atención a Stephan Schmidheiny), las miles de víctimas que a día de hoy siguen sufriendo sus efectos, los juicios que se siguen contra los responsables de estos hechos, y los intentos que estos mismos grandes empresarios realizan para lavar su imagen mediante la creación de fundaciones y organizaciones benéficas de carácter medioambiental. En resumen, una demoledora biografía de una de las grandes fortunas del mundo.

El canario de la mina

Paco Puche compara en este artículo la figura del canario que se usaba en las minas para alertar de la presencia de gases nocivos para la salud con el papel como canarios de mina que interpretan miles de personas de todo el mundo que han sido expuestos a agentes químicos, materiales como el amianto o han tomado determinadas hormonas con prescripción médica con terribles consecuencias para el organismo. Según Puche, estas muestran dejan claro que el sistema actual “resulta inviable”.

La Triple A: Amianto, Avina, Ashoka

El pasado 10 de diciembre comenzó en Turín (Italia) el mayor juicio de la historia por las muertes del amianto. Un proceso judicial por el que los dos altos dirigentes y propietarios la empresa Eternit, el barón belga Louis de Cartier de Marchienne, y el millonario suizo Stephan Schmidheiny, comparecerán acusados de causar la muerte y graves enfermedades a miles de sus trabajadores y familias. Schmidheiny puso a buen recaudo su fortuna -labrada en la producción y venta de esta “fibra asesina”- con organizaciones ‘filantrópicas’ como Avina y Ashoka, y usa estas organizaciones para lavar su imagen haciendo negocios con los pobres e infiltrándose en los movimientos sociales.

Amianto: crónica de una tragedia anunciada

El amianto, asbesto o, como se conoce popularmente en España, la uralita, es responsable de cientos de miles de muertes a lo largo del siglo XX y lo seguirá siendo durante los próximos años. Forma parte de lo que algunos han dado en llamar un genocidio laboral con extensiones en la vida cotidiana de millones de personas que conviven con este nocivo y mortal material a lo largo de los años. Detrás del asbesto, beneficiándose sin pudor, están varias de las mejores familias europeas.

Réquiem por AVINA

Hasta aquí el certificado de defunción de una suerte de Avina, aquella que ha pretendido dominar, confundir, y desactivar los movimientos sociales, vincular líderes de la sociedad civil con líderes del empresariado para realizar negocios inclusivos con los pobres y “pintar” de verde al capitalismo, para hacerlo más opaco y llevadero a los colectivos crecientemente damnificados por su irrefrenable codicia. Que, deberíamos saberlo, el capitalismo solo cede aquello que le es arrebatado por los trabajadores o por los ciudadanos. Las empresas (capitalistas) son miopes por naturaleza: su objetivo es ganar dinero inmediato, no arreglar el futuro del planeta.

Asbesto o Amianto ¿Lo seguimos usando?

El asbesto o amianto es una sustancia peligrosa de muy amplia difusión. La asbestosis es una enfermedad grave y a menudo mortal, provocada por la inhalación de fibras de este material, que se clavan en los pulmones y los van dañando. Con frecuencia, la asbestosis lleva al cáncer de pulmón. En numerosos casos, en el momento en que se diagnostica, sus efectos ya son irreversibles.