Por qué lo que nos sucede, no importa tanto como nuestra reacción ante ello

La siguiente reflexión está basada en un principio conocido como "90/10". Stephen Covey, conferencista y escritor estadounidense, lo cuenta de la siguiente manera. El 10% de la vida está relacionado con lo que nos pasa, y el 90% de la vida está relacionado con la forma en cómo reaccionamos a esto. Nosotros realmente no tenemos control sobre el 10% de lo que nos sucede.

Los magos de la mentira

Desde el siglo XX, controlar la información sin usar constricción formal, para limitar el alcance de la mente y del espíritu, obsesiona a los ambiciosos del lucro desmedido, como lo llamó Adam Smith. Es en Estados Unidos donde se elaboró el modelo. Allí se redujo al mínimo en la educación media –la de la masa- la enseñanza de temas humanísticos, como la historia, la geografía o la filosofía, que son la referencia del pensamiento crítico.

El doble negocio de la desocupación

Los pobres desempleados e improductivos que viven de la ayuda del Estado en realidad no son un mal negocio para las grandes empresas. No sólo ayudan a mantener los sueldos deprimidos, según ya se sabía en el siglo XVIII, sino que, además, en nuestra civilización de las cosas son consumidores perfectos.

¿Tienen los ecologistas un interés en quién controla los recursos del petróleo?

Nuestros adversarios siempre han tenido el objetivo de inundar el mundo con el petróleo barato, lo que, por supuesto, en gran medida aceleraría el calentamiento global. Antes de que Hugo Chávez fuera elegido en Venezuela, la empresa petrolera nacional (PDVSA) compartía ese objetivo con Washington. Pero tan pronto como fue elegido, Chávez presionó con éxito a la OPEP a que redujera la producción, sacando los precios del petróleo de su punto más bajo de 11 dólares por barril en 1998. Un precio más alto del petróleo reduce el consumo.

Nueva vuelta de tuerca del capitalismo: la desmovilización ciudadana

El bienestar de amplias clases medias de países desarrollados descansa sobre la explotación de países en vías de desarrollo, quedando para la clase media de los países desarrollados las funciones de consumo de los bienes producidos, los servicios y el capitalismo especulativo. Y descansa también sobre la explotación de recursos no renovables en cantidades insosteniblemente crecientes, los daños ambientales y la pérdida general de calidad ambiental en los países en vías de desarrollo, amén de otros impactos de carácter más global pero contemplados como problemas a largo plazo y por tanto no preocupantes para las ansias cortoplacistas de enriquecimiento y consumo.

Sanidad alimentaria para quién – La opulencia de las corporaciones contra la salud de la gente

GRAIN publica un nuevo documento de análisis que examina el modo en que lo que se ha llamado “sanidad alimentaria” o “inocuidad de los alimentos” se está utilizando como instrumento para incrementar el control corporativo sobre la alimentación y la agricultura. En el documento se también se discute lo que la gente puede hacer y ya está haciendo, al respecto. Presentamos a continuación un resumen de lo que contiene.

De mano en mano y sin control el maíz transgénico en Cuba

Hoy mismo, nadie es capaz de saber ni cuántas fincas, ni qué cantidad de área ha sido sembrada de maíz FR Bt1 en Cuba. Nadie sabe a cuántas personas se les regaló ese maíz, ni hacia donde se lo llevaron. Independientemente de que la semilla degenere o no, la contaminación es altamente probable. Y si es firme el proceso degenerativo de las semillas, también es altamente probable que ese efecto sea transmitido a las variedades tradicionales.

No habrá Monsanto sin Wal Mart, ni política de control de la alimentación mundial sin ambos. Andar nuevos caminos… sin olvidar el anterior

La salud de los ecosistemas define la salud de sus poblaciones. El origen de la enfermedad está en la intersección de la biología con la sociedad. La dinámica biológica de un ecosistema dice de la habitabilidad de un territorio. La mayoría de las enfermedades están provocadas por el daño ambiental. Por primera vez en la historia de la humanidad, nuestros hijos tendrán condiciones socioambientales y de salud, peores que la de sus padres. Por primera vez en la historia, el mundo que reciben nuestros hijos está escandalosamente mas vulnerable e impredecible que el que recibimos sus padres.

El Banco Mundial y las políticas de agua

Es innegable el avance de las políticas privatizadoras del agua en América Latina apoyadas en decisiones del mercado, que excluyen definiciones relativas al bienestar general y al enfoque de derechos humanos.Para los fines del presente documento, nos circunscribiremos a exponer argumentos de cómo hoy el protagonismo del Banco Mundial (BM) orienta el diseño de las políticas nacionales de agua potable y saneamiento básico, propiciando el control corporativo del agua.

Crisis Global I: Un respiro en la turbulencia

Los auxilios estatales atenúan pero no revierten la mayor recesión de las últimas décadas. Estos rescates han provocado un incremento explosivo de la deuda pública, que impondrá gravosos pagos de intereses y debilitará las futuras recuperaciones. En la coyuntura, el freno a la producción es retroalimentado por el desempleo y la caída de los salarios. Existen fuertes indicios del carácter prolongado de la crisis.La distensión financiera induce a los neoliberales a retomar el evangelio de la desregulación. En cambio los keynesianos apuestan a enderezar el capitalismo con mecanismos de control. Pero ambas vertientes ignoran que la crisis obedece a contradicciones intrínsecas del sistema.

La rebelión del maestro horchatero

Cabría preguntarse dónde está el límite ante el cual, un alimento alejado de sus propiedades naturales y tradicionales, puede seguir llamándose igual que sus ancestros. Se comercializan y consumimos alimentos adulterados y prefabricados que perdieron cualquier ápice de naturalidad. Ahora bien, lo que pretende razonar este artículo nada tiene que ver con este proceso que cada vez más gente empieza a revertir, sino más bien, con la información -desinformación- que se le proporciona al consumidor.

Controlar las semillas es controlar a los pueblos

Fuera de las corporaciones que comercializan los alimentos, como Cargyll que se dedica a los granos, y los especuladores que operan en la Bolsa de valores, el control de los alimentos está realmente en manos de cuatro corporaciones. F. William Engdahl las llama “los cuatro jinetes del apocalipsis de los transgénicos” y son las siguientes: Monsanto Corporation, Du Pont Corporation y su Pioner Hi-Brend International, y Daw Agro Sciences -todas americanas-, y Syngenta, que es suiza. Estas corporaciones utilizan como su mayor arma los transgénicos, o semillas genéticamente modificadas.