Consumo de insectos, ¿la dieta del futuro?
El consumo de insectos supone una alternativa para combatir la inseguridad alimentaria y reducir el impacto ambiental de la industria ganadera. Numerosos estudios … Leer Más
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A pesar de la crisis alimentaria por aumento del hambre, de problemas de abastecimiento y de la subida de los precios de los … Leer Más
Los agricultores bloquearon las principales carreteras y los centros de distribución de alimentos en los Países Bajos en protesta contra una nueva política ambiental que … Leer Más
Invertir en renovables, frenar en seco los combustibles fósiles en un período corto de tiempo, y realizar cambios profundos en las formas de … Leer Más
Las olas de calor extremas, las sequías prolongadas y el empeoramiento de las inundaciones son algunas de las características de un clima cambiante … Leer Más
La ONU advirtió al mundo que está al borde de una crisis alimentaria peor de lo que se haya visto durante al menos … Leer Más
La ecología política basa su teoría y praxis en la reflexión y acción en la lucha contra la llamada “crisis ecológica” y en la propuesta de nuevos modelos de producción y consumo compatibles con los límites ecológicos del Planeta y la justicia y ética socio-ambiental. Pero ¿qué llamamos exactamente crisis ecológica? ¿En qué fenómenos concretos se manifiesta y qué relaciones guarda con el sistema socio-económico actual?
La crisis alimentaria azota el mundo. Se trata de una crisis silenciosa, sin grandes titulares, que no interesa ni al Banco Central Europeo, ni al Fondo Monetario Internacional, ni a la Comisión Europea, pero que afecta a 870 millones de personas, que pasan hambre, según indica el informe ‘El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2012’, presentado esta semana [09/10] por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Mientras los campesinos por todo el mundo sufren los efectos de esta ofensiva corporativa contra la agricultura tradicional, son los pobres urbanos quienes sufren los más agudos riesgos de desnutrición en esta crisis alimentaria. Su alimentación y nutrición es completamente dependiente de la industria alimentaria mientras sus sueldos no suben al ritmo suficiente como para evadir el hambre. Es claro que necesitamos soluciones alternativas. Grupos comunitarios en incontables ciudades han comenzado huertos urbanos en los barrios pobres y ofrecen una alternativa nutricional para quienes sobreviven comiendo postres callejeros y comida chatarra.
Algunos años atrás, grandes extensiones de tierras que antes se dedicaban a la producción de alimentos para los seres humanos fueron desplazadas para producir alimentos para animales o para generar agrocombustibles. Además, los acelerados procesos de urbanización cubren con asfalto y cemento suelos ricos en nutrientes que anteriormente producían alimentos. En el fondo de todo ello subyace el patrón de desarrollo impuesto, el cual ha provocado una profunda alteración de ciclos y elementos centrales de la naturaleza como el clima, el agua o la biodiversidad.
Las crisis alimentaria y financiera actuales, aunadas, desencadenaron un nuevo ciclo mundial apropiación de tierras. Las corporaciones de alimentos y los inversionistas privados ven la inversión en tierras agrícolas extranjeras como una importante fuente nueva de ingresos. El resultado es que las tierras agrícolas fértiles se privatizan y concentran cada vez más. De no poner coto a este proceso, el acaparamiento mundial de tierras podría significar en numerosos lugares del mundo el fin de la agricultura en pequeña escala y del campo como medio de vida y sustento.
En los últimos meses la oposición política al actual gobierno ha estado intensamente activa y no ha dudado en politizar ciertos temas socioeconómicos, entre ellos el tema alimentario, utilizando para el efecto no solo a los medios de comunicación a su servicio sino también a una serie de publicaciones que generan confusión, dudas y temores entre la población que no necesariamente es especialista en el tema.
El aumento global en los precios de los alimentos no es sólo la consecuencia de utilizar productos agrícolas para convertirlos en agrocombustibles, si no de las políticas del “libre mercado” promovidas por las instituciones financieras internacionales. Ahora las organizaciones campesinas están liderando la oposición a la industria agrícola capitalista.
La manifestación de la crisis puede no ser necesariamente la de pueblos enteros cayendo desfallecidos por efecto de la hambruna, sino también puede darse el incremento inusitado de los precios de los alimentos, un alza de la inflación que obliga a los hogares a destinar un mayor monto de sus presupuestos para cubrir las necesidades alimenticias y nutricionales.
Las principales causas del encarecimiento de los alimentos provienen del mundo financiero. El desarrollo vertiginoso del comercio-a-futuro no es sino un disparador de precios. Porque la propia idea de transacción a futuro es especulativa. En todas partes, hay un buen sector de la humanidad que únicamente lleva el signo de pesos, o el de dólares, en la retina.
Desde hace aproximadamente un año se estima que por lo menos en 37 países se han registrado trastornos sociales por la enorme carestía de los alimentos. En un momento de marzo de este año, este gobierno K, descubrió la sojización, que lleva por lo menos diez años. Gracias a esa focalización, empezamos a socializar unas cuantas verdades.