ONU: El 40% de la tierra del mundo está degradada
El daño a la tierra causado principalmente para la producción de alimentos, pone en riesgo la capacidad de alimentar a la creciente población … Leer Más
El daño a la tierra causado principalmente para la producción de alimentos, pone en riesgo la capacidad de alimentar a la creciente población … Leer Más
La Justicia chaqueña ordenó el cese de la desforestación hasta que se realice un nuevo ordenamiento territorial. Pero las topadoras avanzan sobre el … Leer Más
Entonces tendrán que explicarles, en las escuelas, en los parques, en los cumples al aire libre, en las burbujas, que el virus no … Leer Más
La organización ecologista Greenpeace denunció ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación que los desmontes aumentaron durante el período de cuarentena … Leer Más
La organización ambientalista difundió más de 300 nombres de grandes empresarios y compañías que deforestaron en el país durante los últimos 30 años, … Leer Más
La organización ambientalista Greenpeace reveló que por la deforestación, durante 2019, se perdieron 80.938 hectáreas de bosques en el norte argentino. • Durante … Leer Más
Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco concentran el 80 por ciento de las hectáreas arrasadas. En Salta, comunidades wichís reclamaron al gobernador Urtubey un freno al desmonte, pero no obtuvieron respuesta. Críticas de la Universidad de Salta.
Según los datos de la Asociación Guyra Paraguay, en el norte argentino se desmontaron 7.763 hectáreas (ha) durante el mes de octubre de 2014. Los datos corresponden a un relevamiento satelital mensual del Gran Chaco Americano.
La entrevista de la Dra. Lilian Joensen, bióloga molecular, investigadora de la enfermedad de Chagas y miembro del GRR al Dr. Oscar Daniel Salomón, investigador de enfermedades zoonóticas; que transcribimos a continuación, además de confirmar los múltiples impactos de los monocultivos y del avance de la frontera agropecuaria, agrega un nuevo aspecto: el Modelo Agroexportador es mucho peor si se lo mira desde la perspectiva de la salud publica y del costo que ello implica para el Estado.
La nueva papa, cuya mayoría de genes procede de ancestros andinos, tiene entre sus agregados de bioingeniería un gen resistente a los antibióticos. Éste gen podría transmitirse a bacterias que viven en el tracto intestinal. . Esta enzima puede inactivar antibióticos beta lactámicos como la ampicilina, y conferirle a la bacteria portadora una mayor resistencia. Pese a los potenciales riesgos sanitarios de la papa transgénica, los burócratas europeos -más sensibles a los reclamos de la Organización Mundial de Comercio que al Principio Precautorio- consideraron que la evidencia era irrelevante.
La frontera agropecuaria sigue avanzando inexorablemente sobre los bosques. Una vez extraídas las especies maderables, consideradas como las únicas "de valor", las tierras son desmontadas para realizar otros usos del suelo que en la mayoría de los casos lo agotan en pocos años y son abandonadas para proceder a nuevos desmontes; de esta forma la tasa de deforestación ha alcanzado cifras alarmantes con los conocidos daños a la biodiversidad y al ambiente que ello implica.
“Nosotros no queremos ser ‘jefes de hogares’ que tienen que salir a cortar la ruta para que les den subsidios. Nosotros tenemos nuestro lugar, nuestra tierra, nuestro monte. Nosotros queremos seguir viviendo acá, como vivieron nuestros padres y nuestros abuelos. Acá somos felices y de acá no nos queremos ir, ” dice Ramón, que es integrante de una de las 15 familias que viven en la comunidad wichí de El Escrito, a unos 100 kilómetros de Tartagal, en medio de lo que fue un monte tupido, lleno de corzuelas –entre otros animales– y frutos silvestres que nutrían la mesa de los antiguos dueños de la tierra, de las flechas, de la vida en contacto con la naturaleza más salvaje y acogedora: la del chaco salteño.
Donde había una vez un bosque, hoy el desarrollo y la avaricia se funden en un abrazo macabro, donde lo único que vale son los precios internacionales de los “commodities” (materias primas) que allí producen.
Nos encaminamos a transformarnos en un “exitoso” país de monocultivo, es decir, sojero. Y no sólo eso: la producción de soja extendió las fronteras de la agricultura arrinconando a la ganadería y la lechería, amenazando de extinción otros cultivos como el algodón o la caña y llevando a la deforestación a zonas de montes y selvas vírgenes.
El monte está solo. Quedó expuesto a los más variados y peores intereses. Está indefenso. Parece que nadie o pocos pretenden protegerlo. Las agresiones son sistemáticas, constantes y repetidas. Son muchos los agresores. Es atacado por los funcionarios públicos, por los productores forestales, por los carboneros, continúan los desmontadores, los profesionales y el Estado mismo.
La expansión del cultivo de soya en Bolivia durante los últimos 15 años ha sido del 411% a costa de la deforestación de más de un millón de hectáreas de bosque. La tasa de desmonte para habilitar tierras para el cultivo de soya es de casi 60 mil hectáreas por año.