Trashumantes, personas que rompen límites
La migración humana es tan antigua como la historia de la humanidad. Ni leyes, pandemias u otros acontecimientos e instancias van a poder … Leer Más
La migración humana es tan antigua como la historia de la humanidad. Ni leyes, pandemias u otros acontecimientos e instancias van a poder … Leer Más
La mal llamada crisis migratoria ha sido calificada por algunos analistas como la mayor crisis que enfrenta Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Ante la posibilidad planteada por algunos países de utilizar la fuerza militar para detener la ola de migrantes, surge en el debate el tema de los derechos humanos y la forma como debe abordarse una problemática tan delicada donde está en juego la vida de millones de seres humanos.
Siguen llegando a Europa oleadas de inmigrantes que se dirigen principalmente hacia la sólida Alemania o la fría Suecia. Para quien viene de ciudades en escombros, o de campamentos de refugiados estos países son un paraíso a pesar de sus inviernos oscuros y helados. Europa debe escoger si se retrae en una fortaleza cada vez más sitiada y peligrosa, o acepta el desafío y descubre que el mestizaje cultural es una riqueza.
Com-partir, es la única solución para evitar las gravísimas desigualdades sociales y asimetrías a que ha conducido el neoliberalismo globalizador.
La novedad en los ciclos migratorios es su inversión en las relaciones de Europa con América Latina. Desde que ha empezado la crisis internacional del capitalismo, en el 2008, baja el número de inmigrantes latinoamericanos hacia Europa, una significativa parte de ellos retorna a sus países de origen y – la novedad más grande – surgió una nueva ola de inmigración europea hacia América Latina.
En los últimos 20 años 25000 inmigrantes murieron intentando entrar a Europa por el Mediterráneo, 1700 el año pasado. Víctimas de las mafias que les cobran fortunas por ingresarlos en condiciones riesgosas y precarias, pero estas mafias no existirían sino fuera por la feroz guerra que los gobiernos europeos entablan contra la inmigración (por otra parte los inmigrantes vienen de zonas empobrecidas por los negocios de las corporaciones. Muchas de ellas europeas), es un círculo infernal perfecto, los pobres del mundo las víctimas.
Hay una la realidad cotidiana de millones de personas que ahora viven bajo constante terror. Historias de niños dejados atrás cuando la migra (autoridades migratorias) se lleva a sus padres. De familias aterrorizadas cuando agentes entran a sus casas pateando puertas y llevándose esposadas a personas cuyo único crimen es trabajar. Terror de perder todo y encontrarse deportado en alguna ciudad de la frontera sin un centavo. Historias de años de detención, inyecciones forzadas de fármacos antipsicóticos peligrosos y procesos legales manipulados. Y abundan, también, las historias de los cientos de personas que mueren cada año tratando de cruzar una frontera cada vez más militarizada.
Cincuenta años después de las ejecuciones de los inmigrantes italianos Sacco y Vanzetti, el Gobernador Dukakis de Massachusetts puso en marcha una comisión para analizar la limpieza del juicio, y la conclusión era que los dos hombres no habían tenido un juicio justo. Esto despertó una tormenta menor en Boston.
Todos somos testigos de cómo se conforman con malvivir, privándose de cuanto no resulte imprescindible, para enviar sus ahorros a sus familias. Modestas remesas de dinero que habrán de resultar decisivas en sus lugares de origen. Quien necesite ejemplos para entenderlo, que se de una vuelta por Extremadura o por Galicia, que pasee por sus campos y ciudades.
Las recientes marchas y manifestaciones de latinos en EEUU anunciaron el nacimiento de un nuevo movimiento a favor de los derechos humanos y laborales de los migrantes. Un pujante movimiento latino en ese país podría orientar la atención hacia las causas de la migración.
La migración de mexicanos y centroamericanos a Estados Unidos ha provocado en el último año un ambiente de creciente histeria, racismo y xenofobia. De hecho, en cuanto al tema migratorio, un ambiente kafkaiano se ha apoderado de una parte de EEUU.