Guerra sucia contra los pueblos del maíz

El 19 de agosto 2015, el juez Francisco Peñaloza Heras, del Juzgado XII de Distrito en Materia Civil, canceló la medida precautoria que desde hace dos años mantiene suspendida la siembra de maíz transgénico en México en respuesta a una demanda colectiva por los daños que estos granos causan a la biodiversidad y la salud. Sin embargo, la suspensión sigue vigente, ya que su decisión fue inmediatamente apelada por Colectivas AC, representantes legales de la colectividad de 53 ciudadanos y 20 organizaciones que presentaron la demanda en 2013.

Monsanto y Dow: ¡A comer veneno!

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) aprobó las semillas de algodón y soya transgénicas de Monsanto resistentes al herbicida Dicamba, altamente tóxico. Unas semanas antes, las autoridades agrícolas de ese país habían aprobado la siembra de soya y maíz transgénicos resistentes al herbicida supertóxico 2-4 d de Dow Agrosciences. Simultáneamente, la EPA, agencia supuestamente de protección ambiental, autorizó a esa empresa la venta de Enlist-Duo, un agresivo tóxico mezcla de 2-4 d y glifosato. Estas decisiones se tomaron contra miles de cartas de activistas, agricultores y científicos, con evidencia de impactos graves contra la salud, el ambiente y los agricultores.

Alimentos que parecen sanos… ¡Y son todo lo contrario!

El tema de alimentación resulta fundamental para cualquier ser humano y aún más porque se ha puesto de moda en los últimos años. Comer adecuadamente y lo necesarios nos dará los nutrientes que requerimos para estar en excelente condición física y mental para desarrollar de buena manera nuestras actividades del día a día, señala vivirsalud.com.

La soberanía alimentaria: 5 pasos para enfriar el planeta y alimentar a su gente

1. Cuidar el suelo. La ecuación alimentos/clima tiene su raíz en la tierra. La expansión de prácticas agrícolas insustentables condujo durante todo el siglo pasado a destruir entre 30 y 75% de la materia orgánica en las tierras arables, y 50% de la materia orgánica en los pastizales y las praderas. Estas pérdidas masivas de materia orgánica son responsables de entre 25 y 40% del exceso actual de CO2 en la atmósfera.