El gobierno de Estados Unidos tomó la decisión de acortar los tiempos para reforzar la frontera sur, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) activó un conjunto de exenciones legales que permiten avanzar en la construcción de nuevas barreras sin los tradicionales filtros ecológicos.
Esta medida abarca trabajos en Arizona y Nuevo México, y se une a otra ya otorgada en abril para el estado de California. En ese sentido, el titular del DHS, Kristi Noem, indicó en un comunicado oficial que los permisos especiales permitirán desarrollar 58 kilómetros de nuevas estructuras.
En cuanto a los sectores priorizados se encuentran áreas estratégicas de Yuma, Tucson y El Paso, donde las brechas en el muro existente fueron señaladas como vulnerabilidades críticas por la Patrulla Fronteriza. Estas construcciones no requerirán cumplir con leyes como la Ley Nacional de Política Ambiental, eliminando así procesos de evaluación que históricamente demoran los avances.
Más tramos al muro, menos obstáculos regulatorios
Con esta maniobra legal, las autoridades buscan dar una respuesta rápida a lo que consideran un desafío persistente en términos de control migratorio, la decisión se apoya en una disposición incluida en la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal de 1996, firmada durante la presidencia de Bill Clinton.
Lo que permite esta norma es que el secretario de Seguridad Nacional pueda emitir dispensas cuando se considere necesario para garantizar la seguridad en las fronteras. Así el DHS, sostiene que estas exenciones tienen como propósito “cerrar brechas críticas” que comprometen la eficacia de las actuales instalaciones.
En principio se podría evitar el procedimiento medioambiental obligatorio, se busca maximizar el despliegue de recursos y reducir el margen de actuación de los grupos dedicados al cruce irregular de personas. En abril de este año, la secretaria Noem ya había utilizado esta herramienta con similares en California, pero en este momento, la aplicación simultánea en tres estados representa una de las ofensivas más rápidas y coordinadas en la ampliación del muro desde que Donald Trump retomó la presidencia en enero de 2025.
La decisión de Trump para Estados Unidos tiene un efecto inmediato
El endurecimiento de las políticas migratorias comienza a notarse con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el 20 de enero de este año. En ese aspecto, la Patrulla Fronteriza reportó 53.017 detenciones de migrantes en los primeros cuatro meses de 2025, lo que supone una reducción del 90% respecto al mismo periodo del año anterior.
En febrero y abril, se detuvo a 23.912 personas que intentaban ingresar por zonas no autorizadas. Estas cifras respaldan el enfoque actual del Ejecutivo, que combina vigilancia reforzada con infraestructura acelerada, señalando que la disminución de cruces irregulares es utilizada como argumento clave para continuar con la expansión del muro.
Además, las exenciones permiten destinar más fondos a la logística de construcción sin incurrir en gastos prolongados por litigios ambientales. En ese sentido, esto se traduce en una mayor eficiencia presupuestaria, uno de los puntos que más capta la atención del discurso de Trump para mostrar resultados rápidos y tangibles en materia de seguridad nacional.
Entorno importante para poder tener una frontera más controlada
En esta medida que fue presentada como un “paso importante” para resguardar el país, hay quienes critican esto y señalan los posibles efectos a largo plazo sobre el entorno. Al tener esta omisión de evaluaciones ambientales levanta inquietudes en sectores que alertan sobre el impacto en especies protegidas y ecosistemas frágiles.
Para la actual administración, el argumento del equilibrio ecológico cede ante la necesidad de reforzar la frontera. Según el DHS, los proyectos “mejorarán las operaciones de seguridad” y darán soporte inmediato a los agentes desplegados en los sectores más exigidos.
Por la combinación entre respaldo legal, reducción de trámites y disminución de ingresos irregulares, esto fortalece el discurso de una frontera más segura, marcando el desafío de mantener esa narrativa llena de intereses políticos, migratorios y ambientales.