En el Salón Oval de la Casa Blanca, y en medio de los preparativos más grandes que haya tenido la Copa del Mundo, Gianni Infantino y Donald Trump presentaron el FIFA Pass, una herramienta que, según ambos, cambiará la forma en que los aficionados viajan a Estados Unidos. El anuncio no solo buscó mostrar coordinación institucional; también envió un mensaje claro a los millones de hinchas que planean llegar al país en 2026.
Un programa para acelerar el camino hacia la visa
El programa fue bautizado FIFA Pass; será el mecanismo que permitirá a quienes tengan entradas para el Mundial obtener citas prioritarias de visa antes del torneo. El anuncio remarcó que quienes cuenten con boletos podrán solicitar una cita prioritaria para la entrevista consular; Infantino lo explicó: «Si tienes una entrada para el Mundial, podrás acceder a una cita prioritaria para tu visa. Estados Unidos le da la bienvenida al mundo».
Con esta lógica detrás del plan, se busca evitar que millones de visitantes se agolpen en los consulados justo antes del torneo, algo que ya ocurrió en otros eventos globales, que Infantino piensa en cambiar la fecha del Mundial. Según los organizadores, entre seis y siete millones de entradas estarán disponibles, lo que podría atraer a entre cinco y diez millones de personas hacia Estados Unidos.
Con esa perspectiva, la diplomacia estadounidense ya desplegó más de 400 funcionarios adicionales para atender la demanda. El secretario de Estado, Marco Rubio, añadió que en el 80% del mundo las citas pueden conseguirse hoy en unos 60 días, muy por debajo de los plazos de antes, que podían superar medio año.
Aun así, el FIFA Pass no concede la visa por sí mismo; es solo una vía rápida para acceder a la entrevista, pero Rubio insistió en que todos los solicitantes deberán pasar por el mismo proceso de verificación y recomendó iniciar trámites con antelación. La entrevista, estimó, suele concretarse entre seis y ocho semanas después de solicitarla.
Un Mundial de dimensiones inéditas para el 2026
En esta oportunidad, la FIFA recordó que la Copa del Mundo de 2026 será la más grande de la historia: 78 partidos solo en Estados Unidos, 48 selecciones y sedes repartidas entre once ciudades norteamericanas, tres mexicanas y dos canadienses.
De todas formas, la demanda de entradas ya superó 1 000 000 en la primera fase de ventas, con compradores principalmente de EE.UU, Canadá y México. Los datos económicos también explican la urgencia por ordenar el flujo migratorio: un estudio conjunto entre FIFA y la OMC proyecta que el torneo generará 185 000 empleos a tiempo completo, un impacto bruto de 30 500 000 de dólares y 17 200 000 millones para el PIB del país anfitrión.
Trump lo resumió con un mensaje directo: el Mundial será «una oportunidad enorme» para trabajadores y empresas estadounidenses. Para acompañar esa escala inédita, la FIFA afirma que el Pase es parte de un esfuerzo para que «el fútbol una al mundo» cuando la pelota empiece a rodar en junio. El organismo prometió ampliar la información del programa a inicios de 2026.
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