En medio de una de las sesiones más tensas de la Comisión Permanente, un altercado entre Gerardo Fernández Noroña y Alejandro Moreno Cárdenas desató una ola de acusaciones que generó impacto en el Congreso porque lo que comenzó como un intercambio verbal terminó en empujones, golpes y amenazas, dejando en entredicho la estabilidad política dentro del recinto legislativo.
Un enfrentamiento que marcó la sesión de la Comisión Permanente
La Comisión Permanente del Congreso vivió un episodio de tensión el pasado miércoles, cuando el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, denunció haber sido víctima de una agresión física por parte del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas.
Cabe mencionar que, según se dio a conocer, el choque no solo incluyó empujones y gritos (acá está el momento de la agresión), sino que derivó en amenazas que, según el legislador morenista, ponen en evidencia la gravedad del clima político.
De acuerdo con los testimonios, el altercado ocurrió en el presídium, luego de que Moreno increpara a Noroña al cierre de la sesión. Sin embargo, el funcionario del PRI habría reclamado la negativa de palabra, lo que desencadenó un enfrentamiento que involucró también a colaboradores y legisladores de distintas bancadas.
En conferencia de prensa, Fernández Noroña describió lo ocurrido como un acto deliberado de violencia. Señaló que no solo fue empujado y golpeado, sino también amenazado en público. “Cuando estábamos cantando el himno nacional, Alejandro Moreno llegó a jalonearme (…) me gritó: ‘te voy a partir la madre, te voy a matar’”, denunció.
La acusación de una agresión organizada por parte de Noroña
Tras los hechos, Noroña aseguró que la agresión no se trató de un arrebato espontáneo, según su relato, varios diputados del PRI, entre ellos Rubén Moreira y Pablo Angulo, habrían cerrado las salidas del presídium para facilitar el ataque como una estrategia para acallar a la presidencia de la sesión.
El legislador también denunció que su colaborador Emiliano González resultó lesionado tras ser derribado mientras grababa con una cámara de 360 grados. El asistente apareció posteriormente con collarín y cabestrillo, acusando que fue golpeado en el suelo y despojado de su equipo.
Para Noroña, esto demuestra que no fue un incidente aislado, sino una acción en la que participaron varios actores. “Me dieron un puñetazo en la cabeza. ¿En qué momento puede justificarse que al presidente de la Permanente lo agredan a golpes y se le amenace de muerte?”, cuestionó con dureza.
Las acciones legales y la postura de la oposición
Fernández Noroña anunció que junto con su colaborador presentará denuncias penales por lesiones y daños a la propiedad. Además, adelantó que solicitará el desafuero de los legisladores que, según él, participaron en la planeación del ataque.
Para el morenista, no se trata solo de un conflicto personal, sino de un precedente grave para la vida legislativa. En respuesta, Alejandro Moreno rechazó la acusación de premeditación pero el dirigente priista sostuvo que su reacción fue producto de las provocaciones y burlas de Noroña durante la sesión.
“Que haga lo que tenga que hacer, no me voy a dejar amedrentar por sus provocaciones”, afirmó en declaraciones posteriores, negando haber planeado la confrontación. La versión del PRI marca que en la defensa de la oposición, a la que acusa de haber sido víctima de actitudes autoritarias dentro del debate parlamentario siendo que para Moreno, la denuncia no es más que un intento de manipulación política.
Asimismo, el episodio generó reacciones entre legisladores de diferentes bancadas debido a que algunos calificaron el enfrentamiento como un hecho vergonzoso que afecta directamente la imagen del Congreso (ya hubo abucheos meses anteriores) tras esto el PRI enfrenta el reto de responder al señalamiento de violencia organizada.