Un grupo de aproximadamente quince individuos vestidos de negro y con el rostro cubierto con capuchas se mezclaron entre las personas que marchaban en las calles de la capital exigiendo salarios dignos. Estos sujetos causaron destrozos en las fachadas restaurantes, hoteles y otros edificios que se encontraban a su paso durante la movilización del Día Internacional del Trabajador en la Ciudad de México.
Sujetos violentos iniciaron sus acciones repentinamente
La aparición inesperada de este grupo de hombres encapuchados tomó por sorpresa a los asistentes a la marcha del día del trabajador, que a diferencia de años anteriores, esta vez se vió marcada por la aparición repentina de personas violentas que buscaban cometer robos, destrozos y otros actos violentos y vandálicos que finalmente afectaron a comerciantes y habitantes de la zona.
A los vándalos se les confiscaron martillos, un bolso, cadenas, un cuchillo y cinturones con hebillas metálicas, adicionalmente, se encontraron varias cajetillas de cigarros que se presume fueron robadas a establecimientos comerciales. Durante su recorrido, también causaron destrozos en mobiliario urbano, puertas, mamparas y cristales, además de saquear varias tiendas de conveniencia antes de ser contenidos por las fuerzas de seguridad.
La jornada pacifica estuvo manchada por el vandalismo
La marcha principal estuvo liderada por sindicatos como el SME, la CNTE y el STTP, iniciando su recorrido desde el Ángel de la Independencia con destino al Zócalo de la capital. A lo largo de la movilización, los manifestantes corearon consignas para defender los derechos laborales y exhortaron a reforzar la organización sindical ante las condiciones de precariedad que, según expresaron, aún existen en varios sectores productivos.
No obstante, la participación mayoritariamente pacífica en conmemoración del Día del Trabajador se vió ensombrecida por la secuencia de eventos violentos e inesperados. En horas de la tarde, un grupo de individuos con el rostro cubierto generó disturbios y daños considerables en diversos comercios y edificios situados en importantes vialidades como el Paseo de la Reforma y Avenida Juárez, ambas dentro de la alcaldía Cuauhtémoc.
Específicamente, se reportaron actos vandálicos en la entrada principal del histórico Parque Alameda Central, una sucursal de la popular cadena internacional Starbucks, las instalaciones del reconocido Hotel Hilton, así como en una tienda comercial localizada sobre la transitada Avenida Juárez. No obstante, quedó claro que estos eventos de vandalismo no tienen que ver con la motivación de los trabajadores que participaban de la marcha.
El reducido grupo de vándalos no representa el espíritu del Día del Trabajador
La Secretaría de Seguridad Ciudadana tomó control del lugar a pesar de que sus efectivos fueran agredidos con botellazos y piedras. Sin embargo, los comrciantes cercanos al Zócalo de la capital, especialmente las joyerías, empezaron a cerrar sus puertas en cuanto se iniciaron los disturbios, pues se generó el temor de que fueran afectados. A pesar de esto las autoridades informaron que no hubo personas detenidas.
A pesar de los disturbios, la mayoría de los asistentes, organizaciones sociales, sindicatos y trabajadores se mantuvieron en la marcha del Dia del Trabajador de manera pacífica y ordenada. Las peticiones de esta jornada se enmarcaron en la disminución de la jornada laboral a 40 horas, el incremento de salario, pensiones justas, y su respaldo a la huelga nacional de maestros convocada para el 15 de mayo.
A pesar de estos actos vandálicos llevados a cabo por una minoría específica, la conducta de la mayoría de los asistentes a la marcha fue adecuada con las demandas propias de la conmmemoración, como diversas causas relacionadas con el ámbito laboral. El Día del Trabajador terminó dejando un mensaje contundente: la protección de los derechos laborales sigue siendo fundamental ante las diferencias sociales y económicas.