Lo que está sucediendo en Alemania está haciendo tambalear al sector automotriz. Es la prueba de un cambio aparentemente indetenible. Las marcas de coches alemanes han sabido ganarse un lugar privilegiado a lo largo de la historia. Sus piezas son géneros famosos, fiables y de alta calidad. Contexto que tiene su explicación en el hecho de que Alemania es un país con una amplia tradición automotriz, puesto que le otorgó a la industria grandes impulsos con modelos revolucionarios. El primer gran hito histórico tuvo lugar en 1870, cuando Karl Benz y Nikolaus Otto se convirtieron en los creadores del motor a combustión interna de cuatro tiempos.
Lugar que ocupa Alemania en el sector del automóvil
Tras comunicarse el inicio de la producción del primer auto volador, la atención del sector se posa sobre Alemania. En la actualidad, el país germano se alza como uno de los más desarrollados e importantes a nivel global en lo que concierne a la industria automotriz. Para comprender su trascendencia, tenemos que viajar en el tiempo hasta el siglo XIX, cuando Karl Benz comenzó a instaurar las tecnologías de las carrozas de la época.
Sin embargo, la crisis azotó al sector dejando las ilusiones aparcadas por un tiempo. Volvió a resurgir una parte del sector durante el nazismo, con el desarrollo del Volkswagen Beetle, también llamado “auto del pueblo”. Destacó por la robustez de su diseño y bajo precio. Aunque el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial fue aún más trascendental.
Entonces, la industria automotriz alemana se transformó en un rubro imperante para la economía. Actualmente, acapara un gran porcentaje del mercado premium global, con diseños populares que se ven a diario por las calles. Algunas de las firmas más resonantes son Volkswagen, Mercedes Benz y BMW.
Volkswagen, empresa de Alemania, cruzó una línea roja
Debido a la increíble historia que precede a Volkswagen, hasta ahora parecía una de esas empresas eternas e invencibles. Nunca un cierre. Nunca hasta ahora. Con buenos y malos momentos a lo largo de su historia, la firma de Alemania ha sabido conformarse como el segundo mayor productor de coches del mundo. Sin embargo, la venerada empresa Volkswagen ha cruzado una línea roja que podría marcar un antes y un después no solo para ella, sino para el sector general.
Por primera vez en 88 años, Volkswagen ha cerrado una fábrica (de coches eléctricos) en Alemania. La fábrica de Dresde ya no producirá coches. Ahora se convierte en un campus de investigación de IA y chips. Según recoge Financial Times, la decisión se tomó producto del contexto actual de la industria. Existe una presión al alza sobre la liquidez del fabricante que desemboca en varios factores.
Por un lado, se encuentra la debilidad de ventas en China y, por otro, una menor demanda registrada en el mercado europeo. El impacto de los aranceles estadounidenses también está afectando sus ventas en Norteamérica. Factores que unidos han impulsado la medida de la empresa de Alemania.
Volkswagen cierra su primera planta en Alemania en casi un siglo
Ante este panorama, Volkswagen habría revisado la asignación de su presupuesto de inversión. Al principio, se hablaba de una totalidad de 180 000 millones de euros en el transcurso de 2023 y 2027. No obstante, ha sido necesario ajustarlo a la baja, ubicándose en alrededor de 160 000 millones de euros de cara a los próximos cinco años.
En respuesta a esta situación, el grupo busca nuevos sistemas para bajar costes y mejorar la rentabilidad operativa de la firma de Alemania. Hace poco, Thomas Schäfer, consejero delegado de la marca, manifestó en un comunicado que la decisión de detener la producción en la planta de Alemania no se ha tomado «a la ligera». Además, enfatizó que «desde un punto de vista económico era imprescindible«.
Las instalaciones se arrendarán a la Universidad Técnica de Dresde para el desarrollo de un campus de investigación focalizado en el desarrollo de IA, robótica y semiconductores. Lo que ocurre en Alemania pone al mundo nervioso. Es la prueba de un cambio indetenible marcado por la competencia de China, la aparición de vehículos cada vez más baratos y rentables, las políticas arancelarias de Estados Unidos y las regulaciones de Europa. Mientras esto sucede en Alemania, el coche Volkswagen más barato de México gana popularidad.
