No hay duda de que el mundo está cambiando, pero ¿para bien? Un tema preocupa y es que un fabricante popular de coches está invirtiendo en otra parte. ¿Qué significa esto para la industria automotriz en el mundo? Ese precisamente es el dilema que se enfrenta, pues si más marcas se enfocan en otros negocios, es posible que veamos consecuencias en la movilidad.
Un cambio silencioso con este fabricante automotriz, que busca negocios de otra clase
Desde hace siglos, la industria de la movilidad se ha convertido en un sector clave para la economía y la innovación. Sin embargo, estamos viendo una transformación que no hace dudar hacia dónde va a llevarnos en el corto plazo.
Uno de los fabricantes más importantes del mundo está dando una sorpresa. Hablamos del que implementó la cadena de montaje en la industria automotriz y revolucionó la movilidad hace más de un siglo; pero ahora invierte miles de millones de dólares en algo que no tiene ruedas, volante ni motor.
Nos referimos a Ford, quien está haciendo un cambio en silencio que pocos ven, pero es una señal clave de hacia dónde puede moverse la industria automotriz, y ese camino es la energía. Están invirtiendo en algo más allá que un vehículo, en almacenamiento energético de baterías para centros de datos.
¿Qué pasa si más marcas transforman sus modelos de negocios?
Seguramente te preguntas qué tiene que ver la energía y centros de datos con Ford; en teoría, nada, pero quieren dar soluciones energéticas a los centros de datos, redes eléctricas y hasta hogares con el objetivo de ampliar sus modelos de negocio.
¿Qué significa para la industria automotriz? Que un gigante y pionero de la industria se desligue un poco de su sector puede ser extraño; sin embargo, han visto una oportunidad. Destinarán unos 2 mil millones de dólares para fabricar estos sistemas de almacenamiento en baterías en su planta en Kentucky.
La industria energética está creciendo de forma más acelerada que la movilidad. La inteligencia artificial y los centros de datos son la tendencia para los próximos años. Si una zona se electrifica con opciones de almacenamiento, Ford puede proveer ese servicio y posicionarse en la industria.
Aunque hay cambios en la movilidad que modificarán la historia de la humanidad, como este coche volador y terrestre, la realidad es que la energía es quien mueve el mercado actual. Y parece que Ford lo sabe, pues fabricará estos sistemas para almacenar energía en ciudades.
Lo curioso del caso es que Ford ajustó sus expectativas con los coches eléctricos, reduciendo en más de un 40 % su capacidad de producción. Lo que nos indica que se están enfocando más en las baterías y sistemas de almacenamiento de energía que en la producción de autos.
El futuro está en manos de la tecnología: ¿la industria automotriz está quedando por fuera?
Ford no es el único en dar este paso hacia otro modelo de negocio. La marca Volkswagen cerró su emblemática Fábrica de Cristal en Dresde, luego de 88 años. Pero el lugar no está abandonado; ahora es un centro de investigación en inteligencia artificial, robótica y microelectrónica.
Por otra parte, Nissan también cerrará su fábrica en México dentro de poco; aunque todavía no se ha definido su destino, es otra señal de que la industria automotriz puede estar perdiendo un poco de relevancia. Es posible que las plantas tecnológicas y de energía sean más atractivas en este momento.
Hay un patrón en común: la industria automotriz está dando paso a otras soluciones y áreas de negocio en tecnología y energía. Es un cambio silencioso que no ocurre con publicidad, sino como un detrás del escenario, pero moviendo grandes inversiones.
Este cambio que preocupa a la industria con un fabricante tan popular como Ford, que está moviendo sus inversiones a otro sector, puede pasar desapercibido para el consumidor. Sin embargo, la movilidad, energía y tecnología quedarán totalmente integradas, con coches que pueden ser más competitivos en el mercado, y quienes no se adapten a esta realidad pueden quedarse en el pasado.