Uno de los mayores desafíos de la movilidad eléctrica son los largos tiempos de recarga, sin embargo, cada vez son más las marcas que luchan por resolverlo, por ejemplo China quien ha roto varios récords con sus logros, pero ahora Alemania se está llevando el protagonismo por algo aún más increíble. Veamos de qué se trata.
Una carrera por la movilidad eléctrica
Los coches eléctricos tienen grandes ventajas, comenzando por su eficiencia y el hecho de que no contaminen nuestro planeta, sin embargo, mientras más aumenta su popularidad, también aumenta la competencia entre las marcas.
China es uno de los países que busca llevarse el liderazgo, con la marca BYD, que ha sorprendido al mundo con una nueva tecnología que permite a un vehículo obtener 400 kilómetros de autonomía en tan solo cinco minutos, un logro que iguala el tiempo de recarga de un auto de gasolina.
La noticia llamó la atención de todos, posicionando a China como un gran líder en esta carrera, sin embargo, a pesar de este impresionante avance en velocidad, la tecnología china todavía depende de una infraestructura de carga con cables que lamentablemente, es casi inexistente fuera de su territorio.
Es aquí donde Alemania se está llevando el protagonismo, pues ha logrado algo que, aunque es menos espectacular en los números, es mucho más importante para la vida diaria de los conductores, pero ¿De qué se trata?
Un gran logro para Alemania
La protagonista detrás de este logro es la marca alemana Porsche, quien ha declarado que lanzará al mercado el primer sistema de carga inalámbrica del mundo para vehículos eléctricos, solucionando el mayor problema de este tipo de coches.
La gracia de esto, es que a diferencia de las soluciones chinas priorizan la velocidad o la creación de autos futuristas, la propuesta alemana se enfoca en la comodidad, eliminando la dependencia de cables, conectores y puntos de recarga.
El logro de Alemania no se mide en minutos, sino en la simplicidad de la experiencia de usuario, pues la marca ha pasado de la «carga en minutos» a la «carga sin esfuerzo», demostrando que el futuro de la movilidad eléctrica no solo es más rápido, sino también más sencillo que nunca.
El nuevo sistema llamado Porsche Wireless Charging, es un dispositivo «One-Box», lo que significa que solo consta de una placa delgada que se instala en el suelo de un garaje o una cochera y no hay necesidad de instalar unidades de control o cargadores de pared complejos.
Pero ¿cómo funciona? Bueno, esta tecnología es tan simple como elegante, pues básicamente, la energía se transfiere al auto sin cables, a través de un campo magnético y el conductor solo tiene que estacionar el auto sobre la placa y comienza a cargarse automáticamente ¡así de simple!
El sistema detecta la posición del auto y se asegura de que nadie ni nada se interponga entre el vehículo y la placa ¡y por si fuera poco! es un sistema robusto, resistente a la lluvia y la nieve, con un 90% de eficiencia en la transferencia de energía.
¿Competencia o combinación perfecta?
Sabemos que existe una fuerte competencia entre las marcas alemanas y chinas, sin embargo, es muy importante destacar que a pesar de la competencia, estos avances no son rivales, sino soluciones complementarias a los desafíos de la movilidad eléctrica.
La tecnología de carga rápida de China es ideal para largos viajes en auto, donde cada segundo es importante, mientras que el sistema de carga sin cables de Porsche soluciona el gran problema de la carga cotidiana en casa.
China nos ha demostrado que puede igualar la velocidad de los autos de gasolina, pero Alemania ha dado un paso más allá, creando una tecnología que podría ser el futuro del repostaje en todo el mundo, sin embargo, no podemos negar que ambos avances son enormes y nos acercan aún más a la transición hacia la movilidad eléctrica, al igual que la llegada de coches eléctricos económicos.