Japón siempre nos sorprende creando soluciones de movilidad que se adaptan a todo, desde robots hasta coches que caben en cualquier lado. Pero en un mundo donde los autos nuevos son cada vez más como computadoras gigantes, llenos de pantallas y tecnología súper compleja, la marca Toyota hizo algo totalmente inesperado. En Japón han creado el vehículo que se considera el más versátil de todo nuestro planeta, pues puede servir para prácticamente todo, pero ¿Cómo es posible esto? Quédate para descubrirlo.
La revelación de Japón
Sucede que Toyota reveló un vehículo que parece un esqueleto desnudo, algo muy simple y esa simplicidad es justo lo que lo convierte en el coche más útil y versátil del planeta. Se trata de la Toyota IMV Origin, que ya ha sido apodada cariñosamente la «pickup IKEA», pero ¿por qué ese nombre? Porque, al igual que los muebles de la famosa tienda, su diseño es tan básico que se envía en piezas para que el propio cliente lo pueda terminar de armar y adaptar.
Su promesa es increíble, pues se trata de una plataforma que puede transformarse en cualquier cosa que se necesite, justo donde se va a usar. Toyota lo llama un «vehículo a propósito incompleto». Al no tener una forma final decidida de fábrica, puede convertirse, de un día para otro, en un microcamión para hacer repartos, un pequeño tractor para trabajar el campo, un minibús para llevar gente a la escuela o un vehículo de apoyo vital en una emergencia.
La Toyota IMV Origin es, sin duda, la «arma secreta» de Japón para conquistar a los mercados donde el coche debe ser, ante todo, útil, fácil de reparar y accesible en precio. La idea de los líderes de Toyota es muy clara: tú no compras un auto ya terminado y fijo, sino una base para que construyas tu propia solución, algo perfecto para las regiones rurales de África, Asia o América Latina.
Toyota tiene un lienzo en blanco
El diseño del IMV Origin es muy sencillo, solo un chasis, cuatro ruedas y una superficie plana. Pero esa sencillez es su mayor superpoder, pero esa simplicidad es lo que lo hace tan especial y poderoso. Toyota no le pone reglas al diseño, solo te da las bases y lo demás lo decides tú. Como el vehículo llega sin terminar, puede ser armado y adaptado por los talleres y la gente de tu comunidad.
Sucede que en muchos lugares, los coches duran muchísimos años gracias a la habilidad de los mecánicos que arreglan lo que sea con las piezas que encuentran. Un esqueleto de coche como este hace que sea todavía más fácil para esa gente mantener el vehículo vivo y funcionando por décadas. Es una idea tan increíble y novedosa como la creación del coche eléctrico perfecto.
Imagínate todas las posibilidades, se podría convertir en una pequeña ambulancia básica, en un food truck o en un carrito. Básicamente, al ser un lienzo en blanco, fomenta que las pequeñas empresas y talleres creen sus propios módulos, haciendo que el coche se ajuste perfectamente a las necesidades reales de la gente.
Un vehículo que dura para siempre
La versatilidad de la «pickup IKEA» no se trata solo de las cosas que puedes hacer con ella, sino de cómo cambia por completo la forma en que se hacen los autos. Este diseño tan simple ayuda a reducir que la fabricación sea tan complicada y, de paso, ayuda a nuestro planeta, produciendo menos residuos electrónicos y piezas que no sirvan.
Esto hace que el coche pueda durar muchísimas décadas, como esas viejas y famosas camionetas Toyota que todavía ves circulando por el mundo. Así se ahorran muchísimos materiales y se contamina menos. Esta es una forma de cuidar el planeta que se basa en que el coche sea fuerte y que la gente local pueda arreglarlo. Según Japón, el futuro del transporte debe ser más accesible, modular y reparable.
El Toyota IMV Origin nos demuestra que la verdadera innovación no siempre consiste en añadir más tecnología o hacer las cosas más caras, por el contrario, es un experimento que nos recuerda que el futuro de la movilidad también puede construirse desde la simplicidad, la resistencia y la capacidad de adaptarse. Mientras Tesla está prometiendo el cielo, Toyota, al ofrecer un vehículo que es «casi nada» pero que permite «hacer casi todo», abre la puerta a que las comunidades de todo el mundo puedan construir la solución de transporte que realmente necesitan.