Los motores eléctricos se han vuelto muy populares, ya que son eficientes y no liberan gases contaminantes, pero ¿Son la única opción amigable con el planeta? La respuesta es no, por eso ahora, te mostraremos un motor muy ingenioso, que promete ser hasta 700 veces más potente que los clásicos motores de gasolina. Veamos de qué se trata.
El mundo de los motores
Estamos en una era dominada por los coches eléctricos de batería y en menor medida por los de hidrógeno. La principal ventaja de ambos es que prometen ser cada vez más eficientes y cuidar nuestro planeta, sin embargo ahora ha llegado una nueva tecnología que promete cambiarlo todo.
La tecnología está basada en un proceso tan simple como tomar aire y enfriarlo a una temperatura extrema. El sistema que resulta prescinde de la combustión y la contaminación, utilizando solo la expansión de un elemento para generar una fuerza mecánica brutal.
Se trata de un motor que no genera emisiones contaminantes y que está demostrando ser una alternativa más segura y fácil de almacenar que el hidrógeno. Los expertos ya lo ven como el competidor más serio de los coches eléctricos para las flotas comerciales y la logística pesada.
El secreto detrás de esta potencia reside en el nitrógeno líquido, un elemento que al ser calentado, se expande hasta 700 veces su volumen original, liberando una energía y por esa escala de expansión es 700 veces más potente que la gasolina.
La magia del nitrógeno
Es curioso que mientras otros países vuelven a la combustión, hay quienes luchan por crear nuevas tecnologías que sean más eficientes y amigables con nuestro planeta, como es el caso de este motor de nitrógeno que presenta varias ventajas especialmente para el transporte de carga.
La protagonista detrás de eso es la británica Dearman quien fue la primera en lograr que este motor funcione, y ahora se ve como una opción muy prometedora, pues el nitrógeno es un gas que abunda, ya que es cerca del 78% del aire que respiramos.
Todo empieza cuando el nitrógeno se enfría a una temperatura extremadamente baja (menos 196 °C). Al enfriarse tanto, se vuelve líquido y guarda mucha energía y luego, al ser inyectado en el motor, entra en contacto con algo caliente.
El nitrógeno vuelve a ser gas y se expande hasta 700 veces su tamaño original. Esta enorme fuerza es la que mueve directamente los pistones del motor. El resultado es una movilidad sin contaminación, ya que no se liberan gases contaminantes, solo libera aire y nitrógeno puro.
Una alternativa rentable y amigable con nuestro planeta
En comparación con el hidrógeno, el nitrógeno es mucho más seguro y fácil de almacenar. El hidrógeno necesita infraestructuras específicas y presenta riesgos asociados, mientras que el nitrógeno aprovecha la infraestructura que ya existente, reduciendo los costos.
Comparado con las baterías, el sistema de nitrógeno líquido quita mucho peso del vehículo. Esto hace que piezas importantes como los frenos y los neumáticos duren más tiempo, haciendo el mantenimiento más económico y simple.
El proceso de producción del combustible también es más sencillo, pues se obtiene mediante la licuefacción del aire, un proceso que puede alimentarse con energía renovable para hacerlo mucho más amigable con nuestro planeta.
Otro factor clave es la velocidad de recarga. Según datos de Dearman, es posible transferir más de 100 litros por minuto entre recipientes, una velocidad que iguala o incluso supera a la recarga de un auto a gasolina.
Más cerca de la descarbonización del transporte
La tecnología ya no es solo teoría; está funcionando ahora mismo en el mundo real. La empresa Dearman ya la ha puesto en marcha junto a grandes compañías, como la cadena de supermercados Sainsbury’s en el Reino Unido.
Estos camiones de reparto usan el motor de nitrógeno líquido para mantener sus productos fríos sin contaminar nada en la ciudad. En los primeros meses de uso, lograron reducir cerca de 1,6 toneladas de dióxido de carbono, lo que demuestra su enorme potencial.
Sin duda, el nitrógeno líquido demuestra ser un competidor muy serio para los motores eléctricos y el hidrógeno. Su capacidad para usar el aire como combustible y lograr una expansión 700 veces mayor lo hace potente y amigable con nuestro planeta, contribuyendo a la meta de la descarbonización del transporte. Y si quieres ver más avances como este, acá te contamos sobre el coche que te facilita la vida.