La Casa Blanca fue escenario de una intensa jornada de negociaciones sobre el futuro de la guerra en Ucrania, en ese lugar, Donald Trump recibió a Volodimir Zelensky junto a líderes europeos para discutir garantías de seguridad y un eventual alto al fuego, pero una actitud inesperada del presidente que involucra a Putin, cambió el foco de atención en medio de la cumbre.
Reunión clave en la Casa Blanca: Trump hizo su planteo
En el despacho Oval, el republicano se juntó con Zelensky, Emmanuel Macron, Giorgia Meloni, Keir Starmer, Friedrich Merz y Ursula von der Leyen, además del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, entonces las conversaciones se basaron en la posibilidad de un acuerdo que detuviera los ataques de Rusia y garantizara la seguridad de Ucrania a largo plazo.
Durante la charla ocurrió que mientras Europa presionaba por un alto el fuego inmediato, la posición de Washington era distinta debido a que Trump planteó la necesidad de una negociación más extensa (esto pasó en la cumbre de líderes), en la que Ucrania debería aceptar concesiones territoriales como condición para una paz definitiva.
Serhiy Nykyforov, portavoz de Zelensky, señaló que la reunión había concluido, las negociaciones continuaban en otros formatos. Fue el propio presidente ucraniano quien insistió en que cualquier acuerdo debía incluir garantías de seguridad claras, señalando que ceder territorios debilitaría sus defensas y abriría la puerta a futuros ataques rusos.
Hay diferencias entre Europa, Estados Unidos y Ucrania
El canciller ucraniano Andri Sibiga fue tajante al recordar que “Crimea es Ucrania. Ucrania tiene una Constitución que responde a todas las preguntas sobre esta cuestión”, descartando cualquier posibilidad de ceder territorios. Asimismo, el bloque consideró peligroso el planteamiento de Trump, que prioriza una negociación más extensa aunque implique concesiones a Rusia.
Para Kiev, aceptar las exigencias de Moscú sería equivalente a legalizar la ocupación rusa y renunciar a su soberanía. En el caso de Europa se alineó con esa visión, Macron, Starmer y Von der Leyen reiteraron que cualquier negociación debía basarse en la integridad territorial de Ucrania y que el alto al fuego debía aplicarse de inmediato.
El líder republicano, sin embargo, insistió en redes sociales en que había dado un “primer paso excelente” tras su conversación con Putin y adelantó que trabaja en los preparativos para una reunión trilateral entre él, Zelensky y el líder ruso. Con ello, busca colocarse como mediador principal en un conflicto que ya supera los tres años.
La sorpresiva llamada a Putin durante la cumbre
En ese contexto ocurrió que según confirmaron fuentes de la Casa Blanca a Infobae, Trump se levantó de la mesa y mantuvo una conversación telefónica con Vladimir Putin que se extendió por 40 minutos. A través del Kremlin, Yuri Ushakov, definió el diálogo como “franco y bastante constructivo”.
La decisión generó inquietud entre los europeos y Zelensky, quienes esperaban mantener la unidad frente a Moscú. De hecho, varios líderes se mostraron sorprendidos de que Trump dedicara tiempo exclusivo a Putin en plena cumbre, lo que reforzó la percepción de que el mandatario estadounidense busca un acuerdo directo con el Kremlin.
“Al concluir las reuniones, llamé al presidente Putin y comencé a organizar una reunión, en un lugar por determinar, entre el presidente Putin y el presidente Zelensky”, escribió Trump. Y añadió: “Después de esa reunión, tendremos un Trilat (reunión trilateral), en el que participarían los dos presidentes y yo. De nuevo, este fue un excelente primer paso para una guerra que lleva casi cuatro años en curso”.
Tras la llamada, Trump regresó a la sala y aseguró que Ucrania tendría “muy buena protección, muy buena seguridad”, dejando entrever que Washington podría coordinar con Europa algún tipo de garantía similar al Artículo 5 de la OTAN (otras medidas que piensa EE.UU). El gesto, alimentó las dudas sobre la verdadera dirección de la estrategia estadounidense.
