El Allianz Arena fue testigo del comienzo de una final vibrante entre el Inter de Milán y el Paris Saint-Germain, por parte de Hakimi por eso desde los primeros minutos, el conjunto francés impuso su estilo con una presión alta y circulación precisa. El equipo dirigido por Luis Enrique no tardó en generar peligro y se adueñó de la posesión del balón.
En ese sentido, el Inter decidió adoptar una postura más defensiva, replegada y ordenada ya que apostó al contragolpe y a la solidez de su línea de cinco defensores. Así, la intensidad de los parisinos comenzó a desnivelar el trámite del encuentro.
Fue en ese tramo que se gestó el primer grito sagrado de la noche, cuando apenas iban 12 minutos del primer tiempo, una jugada colectiva perfecta típica de los equipos dirigidos por el español, rompió la paridad. Antes del gol, hubo siete toques consecutivos, rápidos y precisos, que culminaron en la definición de un jugador que conoce bien ambos clubes.
Romper el equilibrio fue tarea de Hakimi
La jugada comenzó en el sector derecho con Achraf Hakimi, cuando el lateral marroquí descargó hacia el centro y allí comenzó el despliegue del Paris Saint-Germain, luego el georgiano Khvicha Kvaratskhelia cambió de ritmo y entregó la pelota a Fabián Ruiz, quien recibió dentro del área.
Bajo este aspecto, el español giró y tocó hacia atrás para Vitinha, que leyó el movimiento de sus compañeros con un pase filtrado al vacío, fue Doué quien rompió líneas con una diagonal precisa pero en lugar de rematar, el joven francés optó por asistir a Hakimi, que se había desmarcado por el centro del área.
Una vez el arquero Yann Sommer sin posibilidades, el marroquí empujó el balón al fondo de la red y así el PSG concreta lo que venía tejiendo en una final de Champions. El detalle técnico y la movilidad de los atacantes hicieron que el gol fuese inevitable, dejando en evidencia un error defensivo del rival por parte de Federico Dimarco que habilitó a los delanteros rivales.
Más allá del gol, Hakimi mostró respeto a su ex club
Pese a lo que representa este gol Hakimi no celebró de manera eufórica, con un gesto sobrio, levantó las manos y unió las palmas en señal de disculpas. El motivo es porque el marroquí vistió la camiseta del Inter durante la temporada 2020/2021, en plena pandemia, disputado 45 partidos oficiales.
Cabe mencionar que el jugador durante su paso por el club italiano, anotó siete goles y entregó nueve asistencias, siendo importante para el esquema de Antonio Conte. El futbolista llegó al PSG en 2021 por cerca de 60 millones de euros, con bonificaciones que podrían elevar la cifra a 71 millones.
Evidentemente, el paso por Italia marcó al jugador y también a sus hinchas, que al parecer lo recuerdan con aprecio, siendo merecedores del gesto de perdón de Hakimi que no pasó desapercibido y fue valorado tanto en redes sociales como en las tribunas del estadio bávaro.
La ventaja temprana fue el inicio para empezar a soñar con la consagración
Sin ninguna duda, el tanto que marcó el marroquí, no solo rompió el cero, sino que cambió el ánimo del partido, porque hizo que el Inter no reacciones y el PSG muestre su mejor versión porque ganó confianza con el correr de los minutos.
Todo parece salir bien para el equipo de Luis Enrique ya que, Désiré Doué, que ya había asistido en el primer gol, se encargó de sellar con doblete el 3-0 y hacer historia como el jugador más joven en una final de Champions en marcar y asistir.
El equipo francés busca conquistar su primera “Orejona”, luego de la frustración de 2020 cuando cayó ante el Bayern. Con esta actuación inicial, el objetivo parece más cerca que nunca pero Hakimi, con un gol inolvidable ya dejó su marca en una final que será difícil de olvidar.