En un claro gesto de diplomacia regional, los gobiernos de Argentina, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú y la República Dominicana hicieron público un comunicado en el que reconocen a Nasry «Tito» Asfura como presidente electo de Honduras. El comunicado fue emitido tras la celebración de los comicios de fecha 30 de noviembre y con el interés de consolidar la legitimidad de los resultados de las elecciones. El bloque de ocho países hizo público su reconocimiento del nuevo presidente electo hondureño, al tiempo que manifestaron su expectativa en relación con su futuro gobierno, que se instituirá el próximo 27 de enero.
Un gesto de respaldo ante las acusaciones de «golpe electoral»
El reconocido apoyo internacional se produce más de tres semanas después de las elecciones, en un periodo muy intenso en el marco de las relaciones políticas de la nación centroamericana. Durante este tiempo, el candidato de la LIBRE, Salvador Nasralla, y la presidenta de salida, Xiomara Castro, han denunciado irregularidades y han calificado la situación de «golpe electoral» debido a los retrasos en el conteo y la aparición de inconsistencias en miles de actas.
En un ambiente de polarización en el que el partido oficialista LIBRE llegó incluso a solicitar el recuento «acta por acta», el comunicado conjunto de las ocho naciones que firmaron la nota de prensa, respalda explícitamente la actuación del CNE. Los firmantes observaron el trabajo del organismo «en medio de las presiones surgidas durante el último mes», resaltando el liderazgo de las consejerías y la responsabilidad del personal electoral en todo el territorio para cumplir su tarea.
El papel primordial de la observación internacional
Con la intención de avalar su respaldo a una proyección legítima de los resultados, los gobiernos firmantes de la «Declaración del Consejo de Seguridad» indicaron la tarea de vigilancia externa. En especial, valoraron la labor de la Misión de Observación Electoral (MOE), a partir ahora OEA y Unión Europea, cuya presencia fue continua durante la «delicada etapa posterior a la votación».
De acuerdo con el texto oficial, la observación llevó a cabo una «revisión minuciosa e imparcial del proceso», lo que proporcionó a la ciudadanía la iluminación adecuada de la validez del escrutinio. Las naciones, a su vez, ponderaron la actitud cívica de los hondureños que aguardaron con serenidad los resultados definitivos, demostrando un excelente compromiso con la paz y la institucionalidad democrática.
Cooperación y transición ordenada
De cara al futuro, el comunicado establece un plan de cooperación bilateral y regional. Los países latinoamericanos expresaron su intención de reforzar la agenda compartida. Principalmente en temas que unen a la región, situando como prioritarias el comercio, la seguridad, la gestión de las migraciones y el fortalecimiento de la democracia.
El mensaje llega al final con una llamada a la calma institucional. Los firmantes reiteraron su solidaridad con el pueblo hondureño, y manifestaron sus deseos de que la transición hacia el nuevo gobernante pueda llevarse a cabo de un modo «pacífico y ordenado» contribuyendo en este sentido, a que pueda solidificarse la convivencia nacional y evitar fracturas en la dinámica política del país.
A través de esta declaración común, Argentina, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana dan un paso en la dirección de la institucionalidad hondureña, con la que desean desvirtuar las dudas que podrían surgir tras la victoria de Asfura. Al reconocer el trabajo del CNE y el de los observadores internacionales, y a la vez que desestiman la denuncia del fraude, la apuesta de la región es bastante fuerte. Dejan en claro así su apoyo por la estabilidad y la continuidad democrática, al tiempo que invitan a todos los actores políticos a que se respete la voluntad popular declarada en las urnas.
