Antes de reunirse con Zelenski, presidente de Ucrania, el primer mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, celebró el cese al fuego entre Tailandia y Camboya, resolución que adjudicó a la ayuda estadounidense y festejó que en los últimos 11 meses, su país ha intercedido en ocho conflictos y guerras. Además, aprovechó para cuestionar a la ONU.
Camboya y Tailandia detienen la guerra y Trump asegura que «volverán a vivir en paz»
Luego varios meses de negociaciones y amenazas comerciales como mediación, Donald Trump ha anunciado que el conflicto entre Tailandia y Camboya ha cesado «momentáneamente» y que ambas naciones volverán a un estado de paz, de acuerdo con el tratado firmado por los líderes de ambos países. El conflicto armado se reanudó en diciembre, por la disputa de la frontera compartida, que viene desarrollándose desde la época colonial francesa.
Los dos países reclaman templos y tierras en la misma región (una frontera que los une y separa de aproximadamente 820 kilómetros de extensión) y el 7 de diciembre de este año ocurrió el primer enfrentamiento fronterizo después un acuerdo de paz en octubre. Luego se sucedieron ataques aéreos y un alto al fuego anunciado por Trump que no prosperó.
Se estiman alrededor de 100 muertos entre soldados y civiles en las tres semanas que duró el conficto y casi medio millón de personas desplazadas entre ambos países. Con el cese al fuego inmediato, se acordó el retorno de los civiles a sus hogares, un desminado de las fronteras y 72 horas sin disparos para liberar a los prisioneros. Además, China se sumó como mediador adicional.
Trump celebra la ayuda de su país y envía una crítica a la ONU tras anunciar el acuerdo entre ambos países
Las gestiones de Trump comenzaron en julio de este año cuando ocurrieron los primeros choques entre ambos países. En ese momento, el presidente de EE.UU. amenazó con retirar privilegios comerciales de ambos países para que alcanzaran un acuerdo. En octubre se firmó el «Acuerdo de Paz de Kuala Lumpur» en la cumbre de ASEAN en Malasia y la paz se mantuvo hasta diciembre, cuando ocurrió una nueva escalada.
Ambos países dependen comercialmente de Estados Unidos, por lo tanto la táctica de Trump ha sido mediar mediante amenazas comerciales. En su posteo el presidente felicitó a «ambos grandes líderes por su brillantez al llegar a esta conclusión rápida y muy justa. ¡Fue rápido y decisivo, como todas estas situaciones deberían ser!».
Además, aprovechó para enviar un mensaje a la ONU, jactándose de haber resuelto ocho conflictos y guerras en los últimos 11 meses y planteando que «quizás Estados Unidos se ha convertido en la verdadera ONU, que ha sido de muy poca ayuda o asistencia en ninguno de ellos, incluyendo el desastre que ocurre entre Rusia y Ucrania. ¡La ONU debe comenzar a involucrarse en la paz mundial!», concluyó.
Desde algunos medios, como el New York Times, cuestionaron la solidez del acuerdo y si realmente es una paz duradera, algo que Trump ya se ha jactado de conseguir. El último acuerdo de paz se mantuvo durante dos meses y todo parecería indicar que las cuestiones de fondo, como la disputa por las regiones fronterizas, templos y acusaciones sobre ciertos ataques, no estarían del todo resueltas.
Cabe destacar que así como Trump ha intervenido en las negociaciones, el gobierno de China se ha posicionado como un mediador alternativo en el sudeste asiático, desde un lugar más pacificista. Lo que si ha ocurrido, concretamente, es un acuerdo de cese al fuego, que Donald Trump ha celebrado en su red social Truth como un acuerdo definitivo, facilitado por EE.UU. y ha enviado una dura crítica a la ONU.
