Con el objetivo de disminuir la contaminación y dar un paso hacia la descarbonización de la economía, en Costa Rica se pondrá en marcha a partir de 2019 un plan piloto de autobuses eléctricos en la capital San José.
Según cifras oficiales, el sector transporte es responsable del 61 por ciento del consumo de hidrocarburos en Costa Rica, un pequeño país de 4,7 millones de habitantes en el que circulan casi 1,7 millones de vehículos en las carreteras.
La iniciativa será posible gracias al convenio firmado este miércoles por el Gobierno con la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ), la Fundación Costa Rica-Estados Unidos para la Cooperación (CRUSA), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, así como ONG costarricenses, instituciones estatales, empresas de autobuses y bancos.
En un principio con la donación del Gobierno alemán a través de la GIZ y la fundación CRUSA, se pondrán operativos tres autobuses y estaciones de recarga.
El plan piloto que costará USD 2,5 millones evaluará el rendimiento de los nuevos autobuses eléctricos en las calles de la ciudad con la idea de masificar a futuro este transporte amigable con el ambiente.
“Para Costa Rica es fundamental generar un cambio en el transporte para alcanzar nuestro compromiso con el Acuerdo de París, y el cambio de paradigma hacia la descarbonización de la economía global”, afirmó en un evento oficial el ministro de Ambiente y Energía, Carlos Rodríguez.
Hacia 2030 si Costa Rica logra cambiar el 25% de su flota de autobuses por estos nuevos vehículos a hidrógeno, estaría evitando la emisión de 389 toneladas de CO2 lo que se traduce en un ahorro de 316 millones de dólares en combustibles convencionales.