La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha publicado evaluaciones de la calidad del aire que indican la necesidad de tomar medidas adicionales para proteger la salud de los niños y adolescentes. Se deben abordar los impactos negativos causados por la contaminación del aire en este grupo vulnerable. La contaminación del aire es un grave problema que afecta a la salud de las personas, especialmente a los niños y adolescentes.
En Europa, más de 1.200 muertes prematuras ocurren anualmente en menores de 18 años debido a esta problemática. Además, la contaminación del aire incrementa significativamente el riesgo de padecer enfermedades en el futuro. A pesar de los avances realizados en los últimos años, en muchos países europeos persiste un problema preocupante con respecto a la presencia de contaminantes atmosféricos que exceden las directrices sanitarias establecidas por la Organización Mundial de la Salud. Esta situación es especialmente notable en Europa central y oriental, así como en Italia. Es necesario redoblar los esfuerzos para abordar esta problemática y proteger la salud pública.
Aunque se ha observado una disminución en las emisiones de contaminantes atmosféricos clave en los últimos años, todavía existen niveles de contaminación del aire en Europa que no son considerados seguros. Los niños y adolescentes son más susceptibles a los efectos negativos de la contaminación del aire debido a que sus cuerpos, órganos y sistemas inmunológicos se encuentran en pleno desarrollo.
Contaminación del aire, niñez y embarazo
El informe de la AEMA “La contaminación del aire y la salud infantil” revela que la contaminación del aire tiene efectos adversos en la salud de los niños, tanto durante su infancia como en etapas posteriores de su vida. Esta contaminación aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades y puede tener impactos negativos a largo plazo.
Según estudios, se estima que la contaminación del aire tiene efectos perjudiciales en los niños menores de 18 años en los 32 países miembros de la EEE, llegando a causar más de 1.200 muertes prematuras al año. Aunque es cierto que el número de muertes prematuras en este grupo de edad es bajo en comparación con el total estimado de la población europea por la AEMA cada año, no podemos ignorar que las muertes tempranas representan una pérdida de potencial para el futuro y conllevan una carga significativa de enfermedades crónicas, tanto en la infancia como en la infancia.
La contaminación del aire tiene un impacto significativo en la función y desarrollo pulmonar de los niños. Específicamente, la exposición a corto plazo al ozono y el dióxido de nitrógeno (NO2) afecta su salud respiratoria, mientras que la exposición a largo plazo a las partículas finas (PM2,5) también tiene consecuencias negativas en sus pulmones.
Durante el embarazo, es importante tener en cuenta la exposición de la madre a la contaminación del aire, ya que puede tener efectos negativos en el peso del bebé al nacer y aumentar el riesgo de parto prematuro. Una vez que nace el bebé, la exposición a la contaminación del aire puede aumentar el riesgo de desarrollar diversos problemas de salud. Entre estos se encuentran el asma, una disminución en la función pulmonar, infecciones respiratorias y alergias.
Es importante mejorar la calidad del aire en interiores
El aire contaminado no solo puede empeorar enfermedades crónicas existentes, como el asma que afecta al 9% de los jóvenes en Europa, sino que también aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades crónicas en la edad adulta. Hay que tomar medidas para mejorar la calidad del aire y proteger nuestra salud a largo plazo.
Para proteger la salud de los niños, es importante mejorar la calidad del aire en lugares como escuelas y jardines de infancia, así como durante actividades como el camino a la escuela y los deportes. Aunque es fundamental reducir la contaminación del aire a niveles seguros en general, estas medidas pueden ayudar a disminuir la exposición de los niños mientras tanto.
En Europa, los niveles de contaminación del aire aún representan un riesgo para la salud pública. Es importante que las políticas europeas de calidad del aire se centren en proteger a todos los ciudadanos, pero especialmente a nuestros niños, quienes son más vulnerables a los impactos de la contaminación del aire en la salud.
Es de suma importancia que continuemos fortaleciendo las medidas a nivel de la Unión Europea, así como a nivel nacional y local, con el objetivo de proteger a nuestros niños, quienes no tienen la capacidad de protegerse por sí mismos. Una forma efectiva y segura de garantizar su bienestar es asegurarnos de que el aire que todos respiramos sea más limpio.
Actualización de seguimiento de la AEMA 2022: los niveles de contaminación del aire siguen siendo persistentemente altos
Durante el año 2021, se registró que más del 90% de la población urbana de la Unión Europea estuvo expuesta a niveles preocupantes de dióxido de nitrógeno, ozono y partículas finas (PM2,5). Estos contaminantes representan un riesgo para la salud y se deben tomar medidas para reducir su impacto en nuestras ciudades.
Las partículas PM2,5 son contaminantes extremadamente perjudiciales para nuestra salud. La exposición a estas partículas es una de las principales causas de enfermedades respiratorias, cáncer y accidentes cerebrovasculares. Hay que tomar medidas para reducir la presencia de PM2,5 en el medio ambiente y proteger así nuestra salud
Durante el año 2021, se registró que un preocupante 97% de la población urbana estuvo expuesta a niveles de PM2,5 (partículas finas) superiores a la directriz anual establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 5 µg (microgramos)/m3. Esto indica una situación alarmante en términos de calidad del aire y sus posibles efectos en la salud humana.
Los datos preliminares de 2022 revelan que Europa central y oriental, así como Italia, presentaron niveles elevados de concentración de PM2,5. Esto se debe principalmente a la quema de combustibles sólidos como el carbón en hogares para calefacción y en la industria. Esta práctica contribuye significativamente a la contaminación del aire en estas regiones.
El informe “Estado de la calidad del aire en Europa en 2023” elaborado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ofrece información detallada sobre las concentraciones de contaminantes atmosféricos en los años 2021 y 2022. Estas mediciones se comparan tanto con los estándares de calidad del aire establecidos por la Unión Europea como con los niveles de referencia establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2021.
¿Qué tan limpia está tu ciudad?
En los últimos dos años, Faro en Portugal, y las ciudades suecas de Umeå y Uppsala se han destacado en Europa por tener el aire más limpio. Estas ciudades han logrado mantener niveles promedio muy bajos de partículas finas conocidas como PM2,5, según la calidad del aire de la ciudad actualizada de la EEA. espectador. Las ciudades son clasificadas en función de los niveles promedio a largo plazo de partículas finas, desde las más limpias hasta las más contaminadas. Esta clasificación permite evaluar y comparar la calidad del aire en diferentes áreas urbanas.
Fondo
Dentro del marco del Plan de Acción de Contaminación Cero del Pacto Verde Europeo, la Comisión Europea ha establecido un objetivo ambicioso para el año 2030. Se busca reducir en al menos un 55% el número de muertes prematuras causadas por PM2,5, que es uno de los principales contaminantes atmosféricos. Esta meta se compara con los niveles registrados en el año 2005 y demuestra un compromiso firme hacia la protección del medio ambiente y la salud pública. Con el propósito de mejorar la calidad del aire ambiente, la Comisión Europea presentó en 2022 una propuesta para modificar las directivas existentes. Esta propuesta busca alinear los estándares de calidad del aire con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras metas.
La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) lleva a cabo evaluaciones de la calidad del aire que resaltan los contaminantes que se consideran más perjudiciales para la salud humana, así como aquellos que superan con mayor frecuencia los estándares de calidad del aire establecidos por la Unión Europea y los niveles guía establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las concentraciones atmosféricas se calculan utilizando datos recopilados de más de 4.500 estaciones de seguimiento en toda Europa. Estas estaciones son reportadas oficialmente a la Agencia Europea de Medio Ambiente por sus países miembros y otros países colaboradores.
Con información de eea.europa.eu