Regresar a los métodos naturales ancestrales para repeler a los insectos es una buena manera de protegerte de los químicos y de paso, en general, llenar tu casa de deliciosos olores.
Algunas opciones:
Piretro:
Te ayudará a repeler hormigas, pulgones, chicharras, ácaros y palomas. Esta planta suele ser cultivada al rededor de otras plantas que se busca cuidar de los insectos; así se tiene también un repelente natural en el jardín.
Matricaria o Santa María:
Es perfecta para repeler mosquitos. Cuando se cultiva en conjunto con la citronela y la lavanda sus efectos son mejores. Plántala en las entradas de tu casa, y cerca de las ventanas y las puertas.
Albahaca:
Para ahuyentar las moscas y mosquitos. El olor además es exquisito.
Lavanda:
Repele las polillas, pulgas, moscas y mosquitos pues no soportan este olor. Ata algunos ramos en tu casa y ahuyentará sobre todo a las moscas. Plántala en zonas soleadas de tu jardín y también ayudará a ahuyentar las algunas plagas de las plantas.
Citronela:
Además de sus usos culinarios y de su exquisito olor, mantendrá, sobre todo, lejos a los mosquitos. Siémbrala en un lugar soleado de tu jardín.
Tomillo Limonero:
Puedes incluso plantarla en zonas rocosas, siempre y cuando se encuentre en un lugar soleado. Para que funcione como repelente debes cortar las hojas y frótalas entre tus manos. Luego esparce la esencia por tus brazos y cuello; asegúrate primero con un poco que no te causará irritación.
Romero:
Es un repelente, sobre todo de mosquitos. Para utilizar el romero primero aplasta las hojas, y luego frótalas por en tu piel.
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