Lámpara que funciona con agua y sal

El lema de la Salt es “Esto no es sólo un producto. Es un movimiento social. Y no mienten. Aisa Mijena, miembro de la facultad de Ingeniería de la Universidad De La Salle y activista de Greenpeace trabaja, junto al resto del equipo Raphael Mijeño y Joefrey Friascon, para conseguir que las comunidades más desfavorecidas de las islas dispongan de una iluminación económica . Normalmente los habitantes de estas zonas desprotegidas utilizan en sus hogares principalmente velas, parafina, o lámparas que funcionan con baterías, causantes, muchas veces de incendios.

La lámpara de sal utiliza una solución de un vaso de agua mezclada con dos cucharadas de sal – incluso es posible utilizar agua salada del mar – para proporcionar 8 horas de luz. El electrodo  puede durar hasta un año, dependiendo de la frecuencia y la duración de su uso, y el proceso de su fabricación tiene una huella muy baja. Filipinas es el tercer país más propenso a los desastres naturales y este equipo podría ser utilizado, tambien, en estas situaciones.

Las lámparas de sal también tienen la capacidad para cargar teléfonos inteligentes y otros dispositivos, aunque el objetivo principal de la compañía es conseguir que estas lámparas lleguen a las islas más alejadas, que es tienen mayor necesidad.

Más info: http://www.salt.ph/

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