¿Sabes cuanto CO2 emites a la atmósfera con tu consumo y cómo disminuirlo?

Por desgracia, cuanto más joven sea usted más CO2 había en la atmósfera el año en el que nació. Las mediciones de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra amenazan con convertirse en una ignominiosa seña de identidad de la época en la que vivimos, porque si en tiempos pasados —hablamos de hace millones de años— estas fueron excepcionalmente altas, está probado que los niveles actuales son obra nuestra, de los humanos que habitamos la Tierra; ella no quería.

Como si se tratara de la prueba de carbono 14 —la que se usa para datar organismos de hasta 50.000 años de antigüedad y que, de forma muy simplista, funciona calculando la parte de este isótopo radioactivo de la que el cuerpo se ha desprendido, para compararla con la cantidad que todos los seres vivos tenemos sin excepción al mismo nivel mientras estamos vivos; sabiendo a qué ritmo se pierde el carbono 14 se puede calcular la edad del sujeto que se estudia—, hoy casi podríamos contar nuestra edad en la cantidad de CO2 que había en la atmósfera en el año en que nacimos. Compruebe la suya pero, ¿qué significan estos números exactamente?

Cantidad de CO2 en la atmósfera por año

Año CO2 ppm Año CO2 ppm Año CO2 ppm
1907 298,8 1944 310,20 1981 340,36
1908 299,3 1945 310,3 1982 341,57
1909 299,7 1946 310,3 1983 342,53
1910 300,1 1947 310,40 1984 344,24
1911 300,6 1948 310,5 1985 345,72
1912 301 1949 310,90 1986 347,15
1913 301,3 1950 311,3 1987 348,93
1914 301,40 1951 311,8 1988 351,47
1915 301,6 1952 312,20 1989 353,15
1916 302 1953 312,6 1990 354,29
1917 302,40 1954 313,20 1991 355,68
1918 302,8 1955 313,70 1992 356,42
1919 303 1956 314,3 1993 357,13
1920 303,40 1957 314,8 1994 358,61
1921 303,7 1958 315,34 1995 360,67
1922 304,1 1959 316,18 1996 362,58
1923 304,5 1960 317,07 1997 363,48
1924 304,90 1961 317,73 1998 366,27
1925 305,3 1962 318,43 1999 368,38
1926 305,8 1963 319,08 2000 371,81
1927 306,2 1964 319,65 2001 373,37
1928 306,6 1965 320,23 2002 375,02
1929 307,20 1966 321,59 2003 377,73
1930 307,5 1967 322,31 2004 380,35
1931 308 1968 323,04 2005 382,29
1932 308,3 1969 324,23 2006 384,61
1933 308,90 1970 325,54 2007 386,5
1934 309,3 1971 326,42 2008 387,21
1935 309,70 1972 327,45 2009 389,55
1936 310,1 1973 329,43 2010 392,46
1937 310,6 1974 330,21 2011 393,25
1938 311 1975 331,36 2012 396,18
1939 311,20 1976 331,92 2013 398,41
1940 311,3 1977 333,73 2014 401,38
1941 311 1978 335,42 2015 403,28
1942 310,70 1979 337,1 2016 407,42
1943 310,5 1980 338,99 2017 409,01
Datos recogidos por la NASA de distintas fuentes a lo largo de los años. Desde 2000 hasta 2017 se ha usado el promedio de abril de cada año informado por el observatorio de Mauna Loa en Hawái.
Fuente: NASA

En primer lugar, la unidad medida. Las partes por millón representan la cantidad de unidades que existen de una sustancia determinada por cada millón de sustancias que caben en un volumen concreto, un metro cúbico; es como un porcentaje, pero en lugar de medirse a un tanto por cada 100 se calcula a un tanto por cada millón. “A nivel global, nos habíamos marcado las 400 unidades por millón como la línea roja que no debíamos rebasar“, explica Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace. “Lamentablemente, en mayo de 2014 ese límite se cruzó de forma puntual y ya en 2016 lo hemos excedido en la media anual”. Esto se mide en la actualidad desde un observatorio ubicado en Mauna Loa, en Hawái, donde luego hacen los cálculos medios para la atmósfera de todo el globo.

Nos gustaría poder explicarle el impacto de estos crecimientos en el número de gatitos que mueren por cada unidad por millón de CO2 que añadimos a la atmósfera. No es posible. “Lo que sí sabemos es que el dióxido de carbono es un gas invernadero y que está estrechamente relacionado con la temperatura de la Tierra”, cuenta Nuño. Eso se traduce en el aumento del nivel del mar que ya se engulle islas y amenaza a poblaciones, impactos en la producción agrícola, reducción de la capa de ozono, temperaturas más extremas (más frío en invierno y calor en verano), expansión de las enfermedades, y cambios irreversibles en el ecosistema.

Con los crecimientos actuales, hemos incrementado un grado centígrado la temperatura del planeta, pero eso es a nivel global. En el Mediterráneo, hemos crecido 1,4ºC. Según un informe del Ministerio de Medio Ambiente, el 80% del territorio español podría convertirse en un desierto en este siglo si no frenamos en calentamiento global; un dato refrendado por un importante estudio del director científico del Instituto Mediterráneo para la Diversidad y la Ecología en Aix-en-Provence, Wolfgang Cramer.

España está en el centro del cambio climático, ¿y los españoles? Según los datos del Banco Mundial, cada uno de nosotros emitíamos 1,6 toneladas métricas en 1960 y después de llegar a un pico de 8,1 en 2005, ahora arrojamos 5,1 toneladas métricas por cabeza, algo por encima de la media mundial que está en 5; eso sí, por debajo de la Zona euro (6,8) y de la Unión Europea (6,7). El país que más CO2 emite es Catar, con 37,8 toneladas métricas por habitante, y llama la atención Luxemburgo, un país algo más grande que la isla de Tenerife, con unas emisiones de 18,7 toneladas métricas por cabeza.

Usé la calculadora del Carbon Footprint Project Group, de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, para tratar de medir mi impacto: solo en electricidad y en moverme genero unos 6.476 kilogramos de CO2 al año; como como carne, he de añadir 350 kilogramos anuales, y por hacer la compra emito 201 kilogramos al año. Para saber si es mucho o poco necesitaríamos varios comentarios de lectores con sus resultados. Si cada año de mi vida, hubiese emitido 5 toneladas de CO2, remitiéndome a los datos de hoy del Banco Mundial, soy responsable de 180.000 kilos de CO2 en la Tierra. Trump ha emitido alrededor de 1.136.000 kilos de CO2 en su vida (media de toneladas per cápita en su país multiplicado por su edad y por 1.000 para convertirlo en kilogramos).

Otra cosa he aprendido: emito más de lo que es capaz de limpiar un alcornoque (4.537 kilos anuales), según un estudio de la Universidad de Sevilla llevado a cabo en 2007, aunque menos de lo que puede limpiar un pino carrasco (48.870) o un pino piñonero (27.180). Yo sola he necesitado 6,6 pinos piñoneros para limpiar mis emisiones. Eso sí, Trump ha requerido 41,7 árboles de esa especie.

Según la Sociedad Española de Ciencias Forestales en nuestro país había 17.804 millones de árboles en septiembre de 2009, pero de acuerdo con un informe del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Postdam (Alemania), plantar un árbol ya no es la estrategia más inteligente para combatir el cambio climático, pues ya no son capaces de capturar la cantidad de CO2 que necesitamos restar a la atmósfera: hay que parar de emitir.

Para quienes se cuestionen si su pequeña aportación puede hacer algo o si esto es más bien cosa de los gobiernos y las industrias, Nuño recuerda que “por supuesto que todo cuenta: Podemos cambiar políticas variando hábitos de la población, por ejemplo”. Dejarse el cargador el móvil en el enchufe no solo puede costarle unos 40 euros al año: mucho peor, emiten 250.000 toneladas de CO2 al año. La Universidad de Warwick aporta estos datos prácticos:

Cosas fáciles con las que ahorrar

Acción Kilos de CO2 por año
Apagar las luces cuando se sale de la habitación 370
Bajar un grado el termostato 250
Cambiar el congelador viejo por uno más eficiente 140
Cambiar la caldera vieja por una de condensación 700
Cambiarse a una tarifa eléctrica verde 1.420
Caminar en lugar de conducir (5 kilómetros) 600
Compartir coche para ir al trabajo 730
Hacer una compra grande en lugar de muchas pequeñas 600
Pasarse al transporte público 2.900
Pedir que lleven la compra a casa 700
Poner bombillas de consumo eficiente en toda la casa 80
Poner un aislante térmico en las paredes 860
Salir a correr en lugar de conducir hasta el gimnasio 600
Tender la ropa en el exterior en lugar de usar la secadora 900
Trabajar desde casa un día a la semana 880
Datos por persona y año.
Fuente: Warwick University Carbon Footprint Project Group

Ecoportal.net

El País

Por Idoia Sota

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