El futuro de los vehículos eléctricos

Los grandes fabricantes del mundo, Tesla y la china NIO ,afrontan un año 2021 que prevé ser decisivo para su planes de crecimiento

El vehículo eléctrico está llamado a ser el medio de transporte del futuro más inmediato. El reto está en conseguir abaratar los costes de producción para que la compra por parte de la población sea tan atractiva en términos económicos como los vehículos impulsados por gasolina y diésel. Y, en el campo de los coches eléctricos, dos empresas compiten en el ámbito mundial para posicionarse como líder: Tesla y NIO.

El nombre de Tesla es de sobra conocido y parece que está ganando poco a poco la batalla. Sin embargo, la empresa NIO, conocida popularmente como la “Tesla china”, no quiere quedarse atrás y está haciendo un enorme esfuerzo por acelerar su producción, hacer mejores vehículos y entregarlos con mayor celeridad.

Unos objetivos en los que está centrado para dar satisfacción a un mercado que, según los expertos, no deja de crecer. En este sentido, hay que señalar que el mercado de vehículos eléctricos chinos es el mayor del mundo, lo que propició que las acciones NIO crecieran en 2020 más de un 1.000% superando a sus rivales chinos que cotizan en Wall Street, como Li Auto y Xpeng.  La compañía NIO está valorada por encima de los 82.000 millones de euros de capitalización de mercado.

La buena evolución de 2020, sin embargo, contrasta con el ligero frenazo que ha tenido en este primer trimestre del año, donde la compañía ha tenido unos ingresos menores de los esperados y unas pérdidas superiores a las esperadas. No obstante, los responsables de la compañía confían en el proyecto y ya han anunciado que están trabajando para acelerar la entrega y producción de sus modelos, de los que ya han entregado 82.866 automóviles eléctricos en China desde que su primer modelo salió al mercado en junio de 2018.

No obstante, el sector de la producción de vehículos eléctricos en todo el mundo se enfrenta a un periodo de incertidumbre que, en cierta medida, va a limitar la producción de este tipo de coches. En concreto, la industria del automóvil mundial está acusando la escasez que existe en el mercado de los chips semiconductores, una industria que está mayoritariamente concentrada en Taiwán y Corea del Sur al concentrar más del 70% de la producción de chips en todo el mundo.