La prohibición de vehículos contaminantes de Madrid reduce el tráfico en casi un 32 por ciento en algunas áreas

El viernes pasado, los estrictos controles de emisiones de vehículos nuevos de Madrid entraron en vigor, lo que provocó una caída en el tráfico de casi el 32 por ciento en algunas partes de la ciudad, informa El País.

Las nuevas reglas imponen restricciones estrictas sobre qué vehículos pueden ingresar a un área de poco menos de dos millas cuadradas en el centro de la ciudad. El plan, conocido como Madrid Central, es un intento de reducir los niveles de dióxido de nitrógeno de la ciudad, que han excedido los límites europeos desde 2010 y se cree que causan alrededor de 3,000 muertes prematuras por año, según un estudio.

La caída exacta en el tráfico varía según las diferentes zonas. Un área, San Bernardo, registró una modesta reducción de poco más del 5 por ciento, mientras que Gran Vía registró la mayor reducción de 31.8 por ciento.

Aunque Reuters informa que el tráfico continúa siendo intenso en todo el perímetro de la zona, El País afirma que incluso allí, los niveles de tráfico se redujeron entre 1 y 2 por ciento. La falta de congestión también tuvo beneficios para el transporte público, ya que las velocidades de los autobuses en una carretera aumentaron en un 14 por ciento.

Los vehículos exactos afectados por la prohibición varían según el tipo de combustible, el año de fabricación y la forma en que se utilizan. Los vehículos de gasolina y diesel registrados antes de 2000 y 2006, respectivamente, estarán restringidos, mientras que los vehículos híbridos podrán ingresar al área y estacionarse por un máximo de dos horas.

Sin embargo, los residentes que viven en el área controlada no se verán afectados por la prohibición. Los taxis de gasolina y diesel seguirán siendo permitidos en el área hasta 2022. Los autos eléctricos, que no producen emisiones, conducidos por no residentes, también podrán ingresar libremente al área. Se espera que las nuevas reglas impacten alrededor del 20 por ciento de los vehículos que actualmente ingresan al centro de la ciudad.

El plan de Madrid ha sido criticado por opositores políticos y representantes de la industria que argumentan que las personas conducen vehículos más antiguos y más contaminantes porque no pueden costearse la actualización, y las nuevas reglas penalizan injustamente a los conductores de bajos ingresos. El presidente de la Asociación de conductores de camiones autónomos, Antonio Villaverde, dijo que la ciudad podría experimentar escasez de suministros mientras los conductores de camiones luchan por comprar nuevos vehículos que cumplan con los requisitos. Las excepciones para los residentes también pueden limitar la eficacia de la prohibición. La oposición conservadora del Partido Popular planea desafiar las nuevas reglas en los tribunales.

Madrid no es la única ciudad europea que explora el uso de prohibiciones de vehículos a raíz de la contaminación del aire que se denomina el “mayor riesgo ambiental” para la salud pública en Europa. Atenas y París prohibirán los autos diésel de las calles de la ciudad para el 2025, mientras que este último también quiere que sus calles se llenen solo con autos eléctricos para el 2030. En el 2019, Londres introducirá una “Zona de emisiones ultra bajas” que verá la mayoría de los autos de gasolina producido antes de 2005 prohibido, junto con la mayoría de los automóviles diesel producidos antes de 2015.

Artículo original (en inglés)