Cómo se rehabilitan las aguas de un pozo

La técnica de obtener agua de acuíferos o mantos de aguas subterráneas a través del bombeo, se hace mediante pozos, que pueden ser realizados de diversas formas: Para un pozo de poca profundidad, excavando con palas, picos o algún equipo manual de excavación.

Los pozos de mayor profundidad, que se generan con taladros rotatorios o por medio de un sistema de percusión o rotación y en los que el agua se obtiene mediante presión hidráulica.

Y por último existen también los pozos que se excavan por medio de un chorro de agua a alta velocidad. El chorro consigue aflojar el material excavado y se rebalsa fuera de la zona de excavación.

Este tipo de agua extraída de pozos es utilizada para consumo propio, para llenado de piscinas o para que la consuman los animales. También es utilizada para riego y cubrir otras necesidades de la industria.

Consejos para mantener su pozo seguro

Para mantener su pozo seguro, esté al tanto de la existencia de posibles fuentes de contaminación cercanas. El punto es que el agua de pozo debe tener un control frecuente por tratarse de un consumo riesgoso. Esto debido a la alta posibilidad de contaminación que puede venir a través de deshechos vertidos por industrias, vertederos, tanques sépticos con fallas, fertilizantes, pesticidas, escorrentía de áreas urbanas, etc.

Es necesario siempre consultar con su departamento de salud local o programa ambiental por requerimientos de distancia. Para garantizar la calidad del agua, es importante realizar anualmente un análisis de agua de pozo mediante un laboratorio de pruebas acreditado por el estadopara detectar bacterias coliformes totales y bacterias E. coli y así asegurarnos de que es apta para consumo. Además se miden los valores de nitratos encontrados para determinar el grado de intoxicación y la existencia de arsénico, un mineral que puede ser letal para la salud pública.

También se recomienda el estudio adicional del pH y los sólidos disueltos totales. Lógicamente debe verificarse la existencia de manchas, el sabor del agua y si hay olores.

Rehabilitación de un pozo de agua

Los pozos de agua, como casi todo, envejecen, en ese sentido, la velocidad a la que se puede bombear el agua (conocido como flujo o rendimiento del pozo) tiende a disminuir. La reducción del rendimiento del pozo con el tiempo puede estar relacionada con cambios en el propio pozo de agua, que incluyen: incrustaciones de depósitos minerales, crecimiento de microorganismos en los laterales del pozo, obstrucciones por sedimentos en la fuente de donde se obtiene el agua, por ejemplo el acuífero. También puede haber problemas físicos en la bomba extractora del agua.

Para restaurar o rehabilitar los pozos de agua se utilizan dos métodos: el primero tiene que ver con verter productos químicos fuertes para disolver los materiales incrustados del pozo, como por ejemplo la acumulación de sales de calcio y magnesio, compuestos de hierro y manganeso, u obstrucciones causadas por bacterias de hierro u otros organismos similares (bio-incrustaciones). También se utiliza el método de limpieza física del pozo. Ambos métodos son complementarios.

Una vez aflojados o disueltos, los materiales incrustados se bombean desde el pozo con la solución ácida para su completa eliminación. Junto a este tratamiento de productos químicos se utiliza también un tratamiento mecánico como el cepillado o raspado con alambre. Esto permitirá recuperar el rendimiento del pozo de forma más eficiente.

Los métodos físicos incluyen el uso de un cepillo conectado a un taladro de perforación, además el uso del chorro de agua a alta presión, la hidro-fractura y la agitación de pozos.

Finalmente también se utiliza un método de voladura (con explosivos) para fracturar el acuífero rocoso consolidado y los materiales incrustantes dentro del pozo de agua. Algo que puede mejorar el rendimiento si fue bien utilizado, pero que como contrapartida tiene la generación de grietas que también pueden ser incrustaciones que requieran un tratamiento adicional.