El consumo de agua del grifo es una opción más saludable, barata y ecológica

Desde hace un par de años se ha alertado sobre los peligros de las botellas de plástico tanto para nuestra salud, como el riesgo que supone para la naturaleza y los animales. De la misma forma, muchos expertos también han señalado que el agua del grifo puede contener microplásticos, metales pesados y demás sustancias que también pueden ser nocivas.

Sin embargo, Europa se caracteriza por brindar agua saludable y segura, de hecho, la asociación de consumidores FACUA respalda el consumo de agua del grifo, por lo que te daremos varias razones por las que esto es realmente una buena idea.

El agua del grifo es saludable

El agua de grifo en los países de la Unión Europea (al igual que en EEUU), siguen la normativa de agua potable que ha sido marcada por la OMS, que logra que sea tan inocua como el agua embotella.El agua de red es analizada de forma constante para garantizar que su consumo sea seguro, y en caso de que no sea así, la compañía encargada del suministro debe informar a sus usuarios de la incidencia de forma inmediata.Esto no suele suceder con frecuencia, aunque sí es probable. Y si bien las posibilidades son mínimas, si instalamos un filtro de agua en nuestro grifo, estaremos seguros en todo momento de que el agua estará libre de contaminantes en caso de inconvenientes.

Más ecológica que el agua embotellada

Beber agua del grifo tiene un impacto medioambiental casi nulo, y gracias a que no se generan plásticos para su producción, estamos cuidando enormemente al planeta. Recordemos que los residuos de plástico están destruyendo nuestros ecosistemas naturales y acabando con los océanos; aunque la idea del reciclaje es cada vez más acertada, tan solo el 10% de los plásticos que se producen de forma industrial en todo el mundo son reciclados.Esto último facilita la creación de vertederos de desechos en la naturaleza que, al descomponerse lentamente producen microplásticos que contaminan los ríos y los océanos.Por otro lado, la huella de carbono que produce el agua embotellada es, de acuerdo a diferentes informes, de aproximadamente unos 167 gramos de CO2 por cada botella de 1 litro, lo cuál es enorme si tenemos en cuenta que una persona adulta debe tomar aproximadamente dos litros de agua al día.Pero algo que es incluso más abrumador es que para producir 1 litro de agua embotellada se necesitan 4 litros de agua, ello para procesos de producción y envasado.

Considerablemente más barata

En España, el agua de grifo tiene un precio medio de unos 0,7 céntimos / Litro aproximadamente, según la Organización de Consumidores y Usuarios. Mientras que el agua embotellada cuesta desde 1,5 € / Litro en adelante, lo que la hace casi el doble de cara, o incluso mucho más si tomamos en cuenta algunas marcas particulares.Además, el agua embotellada en cafeterías, restaurantes, aeropuertos y algunos supermercados puede ser incluso más cara, por lo que llevar una botella reutilizable con agua del grifo es un ahorro de dinero bastante grande; hablamos de alrededor de 500 euros al año.

Su sabor es tan bueno como el del “agua premium”

Algunas marcas de agua embotellada son costosas por sus “sabores” –aunque algunas incluyen saborizantes frutales, por ejemplo–, sin embargo, solo tomemos en cuenta aquellas con un sabor insípido, característica necesaria para que se considere potable.Si bien es cierto que en algunos países el agua del grifo tiene un sabor un tanto desagradable, en España –por suerte– al igual que en algunos estados de Inglaterra, Alemania y EEUU, el sabor del agua del grifo es tan bueno como el del agua embotellada. De hecho, internet está repleto de test a ciegas donde la mayoría de las personas no son capaces de diferenciar el sabor del agua del grifo y la del agua embotellada.

Usar agua del grifo es más cómodo

El grifo de nuestra cocina es una fuente de agua que saciará nuestra necesidad, ya sea que necesitemos beber, cocinar, preparar una infusión o incluso darle de beber a nuestras mascotas. Utilizando el agua del grifo no será necesaria cargar y transportar pesadas botellas de plástico para realizar estas actividades.