Nuestra época se caracteriza por la velocidad, el usar y tirar y lo efímero de las cosas. Por lo tanto, reparar, mantener y reutilizar lo que compramos podría ser un verdadero acto revolucionario.
Tenemos conciencia de cuál es la vida útil de un vaso de café de unicel (polistireno expandido) o cuál será el tiempo de uso de un jean de verano modelo 2020?

“Como consumidores individuales, lo mejor que podemos hacer por el planeta es mantener en uso nuestras cosas por más tiempo.”
– Rose Macario, CEO Patagonia
Si bien no toda la culpa la tiene el consumidor, aunque sus decisiones generan gran impacto en la economía y el ambiente… este sistema capitalista basado en el consumo y la generación de valor a través de productos y servicios es el verdadero responsable.
El modelo capitalista persigue en teoría el flujo de capital que permitiría la generación de riqueza (así como de trabajo, seguridad social y servicios que conduzcan a la prosperidad…). Pero desde hace unas décadas nos enfrentamos a un obstáculo: la obsolescencia programada por diseño en los productos.
Se trate del producto que sea, los nuevos diseños resultan atractivos y tentadores, especialmente en lo que hace a la moda y tecnología. Pero realmente vale la pena por ejemplo cambiar tu modelo de celurar por otro con dos o tres funciones nuevas?
El punto no es que dejemos de consumir, sino que lo hagamos solo cuando sea necesario, no cuando el impulso de consumo generado por la publiicdad lo demande.
Mientras tanto, coser el agujerito que le salió a tu jean -en lugar de desecharlo y comprar otro- será uno de los mayores actos de rebeldía que podremos ejercer como consumidores individuales.
Consumir menos, comprar a quien es responsable, reparar más, reutilizar
y, sobre todo, valorar más la experiencia que la posesión.
Además de reparar lo que ya tenemos y comprar menos, también entra en juego saber a quién comprarle, quien fabrica, de dónde viene, etc. No tiene el mismo impacto en el ambiente comprar un tomate congelado importado de Japón mediante viaje en barco por dos meses, que comprárselo -así como esté, aunque no se vea brillante y perfecto-, al productor local.
Y lo mismo pasa con todo: tiene menos impacto reparar la pantalla del celular que comprar uno nuevo pero, si es necesario comprar otro, tiene menos impacto comprar una marca que no va a dejar de servir en dos años porque ya salió la versión plus.
Se trata de estar un poco más concientes y atentos a nuestras maneras de consumir.
Ecoportal.net