Cuando los árboles se quieren plantar en lugares donde el agua no llega fácilmente, se pueden aplicar algunos métodos caseros, sencillos, con materiales fáciles de conseguir y así asegurar su supervivencia, al menos hasta que tomen buen tamaño.
Método con nopal

Uno de los métodos consiste en realizar un pozo grande, de al menos 0.50 m de ancho x 0.50 m de profundidad. El el fondo se colocarán unas cuantas pencas de nopal como rodeando al árbol recién transplantado.
El nopal, por crecer en zonas desérticas, tienen la capacidad de retener agua para sobrevivir. El mucílago contenido en sus pencas, puede retener humedad, y a la vez irá aportando nutrientes, por al menos unos 5 años al nuevo árbol.
Método con tubos
Otra técnica probada y con muy buenos resultados trata de realizar un pozo de al menos 0.40m de ancho x 0.40m de profundidad. En él se colocará previamente a la plantación un tubo que se llenará con piedras con intención de facilitar el drenaje del agua hacia la profundidad del pozo.
Luego se planta el árbol, se cubre con tierra que se apisonará bien alrededor del tubo, para luego retirarlo cuidadosamente. Así se generará una especie de canal que conducirá el agua hacia las raíces de la planta.
Además, pueden trabajarse las curvas de nivel y pendientes naturales para que el agua escurra hacia los pozos de plantación.
En el siguiente video filmado en Marruecos puede apreciarse bien la técnica, resultado de años de experimentación en restauración ecológica y lucha contra la desertificación.
Los bosques y árboles de tierras áridas juegan un papel importante en la estabilización de las tierras, control de la desertificación, protección de las cuencas hidrográficas, etc., así como en la provisión de madera (en especial de leña) y productos no madereros, incluidos los forrajes para animales domésticos.
Estos bosques y árboles proporcionan medios de subsistencia a la población local y se integran en la trama de las sociedades rurales.
Ecoportal.net
Con información de: